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Una salmantina, becada para estudiar la enfermedad inflamatoria intestinal

Beatriz Mateos es investigadora predoctoral en el Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias

La salmantina Beatriz Mateos, investigadora predoctoral en el Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias, resultó galardonada con la primera beca que la compañía biotecnológica Galapagos y la Fundación EMQ otorgan conjuntamente.

Ical.- El fallo se dio a conocer en el marco del vigésimo encuentro médico-quirúrgico en Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) organizado en Madrid por la Fundación EMQ, una organización científica que fomenta la investigación y el desarrollo tecnológico en el ámbito del diagnóstico y del tratamiento médico-quirúrgico de la EII.

Aunque actualmente trabaja en Derio, Bilbao, como investigadora predoctoral gracias a la ayuda de la Fundación ONCE, Beatriz nació en Salamanca y fue en esta ciudad donde se licenció en Biología. Posteriormente, completó sus estudios con un máster en Investigación Molecular, Celular y Genética en la Universidad de Valencia.

El trabajo premiado, dotado con una cuantía económica de 25.000 euros, se titula ‘Preclinical IBD: spatial context in intestinal samples. Estudio PISCIS’ y tiene el objetivo de analizar muestras de pacientes con EII preclínica, previa al diagnóstico de la enfermedad y durante la cual las personas se encuentran aún asintomáticas.

Tal y como explicó la investigadora salmantina, la clave para el desarrollo de esta investigación será la utilización de la transcriptómica espacial. “Se trata de una técnica muy novedosa que nos permite estudiar cada muestra de forma más precisa al analizar esa biopsia intestinal en un corte histológico. De esta forma, podemos ver cómo se expresa cada gen en cada célula de la biopsia. El objetivo es comparar estos mecanismos genéticos de la EII preclínica con aquellos casos de la enfermedad en la que ya se han producido síntomas y poder caracterizar la historia natural de esta patología. Es decir, queremos descubrir qué mecanismos genéticos moleculares se activan en las primeras fases de enfermedad, que hasta ahora se desconocen, y compararlos con lo que ya se conocen de las fases sintomáticas de la enfermedad”, resumió.

Se estima que en torno al uno por ciento de la población española tiene EII, una enfermedad en aumento en los países desarrollados. Esta patología inflamatoria crónica engloba dos trastornos, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y cursa por brotes, lo que supone mucha incertidumbre para los pacientes, frecuentemente personas jóvenes y en edad activa.

En esos periodos de actividad de la enfermedad los pacientes sufren síntomas como diarreas persistentes, dolores cólicos e hinchazón abdominal que van acompañados también de fiebre, falta de apetito, cansancio, pérdida de peso e, incluso, retraso en el crecimiento en los niños.

«En su inicio, la EII puede manifestarse con síntomas muy inespecíficos, lo que hace, entre otros factores, que cerca de un 40 por ciento de los pacientes tarden más de un año en ser diagnosticados. Además, desconocemos el origen de la enfermedad, lo que indudablemente dificulta el diagnóstico. Los últimos estudios sugieren que se trata de una respuesta inmunológica inadecuada frente a la propia flora intestinal y propiciada por factores genéticos. Por ello, es tan importante que surjan trabajos de investigación como el premiado por esta beca. Si queremos avanzar en el conocimiento de la enfermedad, hay que apostar por la investigación: o invertimos en ella o no hay nada”, señaló el doctor Francisco Javier de Oca, presidente de la Fundación EMQ.

Por su parte, Verónica Díaz, directora médica de Galapagos España y encargada de otorgar la beca junto al doctor De Oca, coincidió en la importancia de fomentar la investigación de este tipo de enfermedades inflamatorias inmunomediadas, como la EII.

“El impacto de estas enfermedades es muy elevado por la propia carga que conllevan: dolor, fatiga, ansiedad, etcétera. No hay que olvidar que, además, son patologías que afectan a personas en edad activa y suelen presentar comorbilidades asociadas, por tanto, requieren diferentes consultas médicas y suponen una mayor probabilidad de hospitalizaciones y bajas laborales. Por ello, se requiere un mayor esfuerzo para promover la investigación y la actualización de conocimientos y, sin duda, la labor de organizaciones científicas como la Fundación EMQ e investigadores como Beatriz Mateos es indispensable para mejorar el futuro de la EII”, concluyó.

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