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“La ciencia necesita ojos de mujer”

163 investigadoras de CyL intercambian experiencias en Salamanca

Salamanca acogerá durante los días 9 y 10 de febrero la IX edición de las Jornadas de Investigadoras de Castilla y León. Este acto ha sido organizado por cuatro universidades públicas de Castilla y León, Burgos, Valladolid, León y Salamanca, con el objetivo de dar visibilidad al trabajo de la mujer investigadora.

Ana Belén Gil González, directora de las jornadas, explica que con ellas quieren dar visibilidad al trabajo de la mujer investigadora en áreas de STEM, es decir, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

“La idea es juntar investigadoras STEM de Castilla y León. Sobre todo investigadoras noveles que puedan venir a explicar su actividad en investigación y  generar puentes y sinergias entre ellas. Queremos corroborar la importancia de la mujer por lo que  traemos a cinco investigadoras senior importantes para que den charlas en las jornadas. Queremos dar visibilidad y contribuir dando visibilidad a estas carreras STEM para atraer el talento. Queremos contarles en que consiste nuestro trabajo y hacerlo de manera sencilla y próxima. Es evidente que los campos de conocimiento de los que más depende nuestro progreso que son estos campos de ciencia tecnología tienen que tener diversidad. La ciencia tiene que tener también ojos de mujer”, comenta.

En las jornadas también habrá espacio para la formación. Ana Belén Gil González explica que esto se debe a que “la investigación de nivel también conlleva formación en muchos ámbitos paralelos. Tenemos taller en gestión de estrés, otro para visibilizar la labor a través de redes sociales, innovación etc. . Luego nos apoyan también la asociación AMIT, y la fundación ASTI con el programa Stem Talent Girl, que es una fundación de Burgos vinculada a una empresa que realiza programas de mentoría para mujeres en el ámbito STEM”.

Como novedad, este año se han incorporado institutos de bachillerato de investigación y excelencia. Ana Belén Gil González comenta que “es un tipo de bachillerato en el que los chicos realizan proyectos de investigación. Vienen físicamente seis institutos a traer sus trabajos. Los integramos en jornadas para que vean de primera mano y tengan referentes femeninos vinculados a la investigación”.

En las jornadas hay 450 personas inscritas. Ana Belén Gil González explica que “163 personas son ponentes, son las investigadores noveles que vienen a explicar su investigación. Tenemos cinco conferenciantes invitadas y hemos incluido también a universidades portuguesas porque en ese objetivo dar visibilidad y crear sinergia y vertebrar un poco la concepción de la mujer en ciencia Portugal está al lado de Castilla y León. Viene el Instituto Politécnico de Coimbra y la Universidad Do Minho”.

Se tratarán diferentes temas que estarán separados en áreas STEM. “Hay distintas sesiones. Hemos incluido medicina y ciencias biomédicas, que son STEM pero esas realmente no están tan marcadas por el número o porcentaje de mujeres. Luego las core STEM que son: ciencias de la tierra y medio ambiente, ingenierías y arquitectura,  matemáticas, estadística, química, física y tecnología donde incluimos ingeniera informática, de telecomunicaciones… Queremos dar más visibilidad en estas áreas, porque es donde menos mujeres hay. En áreas de medicina o enfermería no hay problema. El número de mujeres es muy superior al de hombres“, señala Ana Belén Gil González.

Dice ignorar el motivo de que esto suceda y añade que “se constata que en las aéreas de ingeniería y demás solo llegan a un 20% las mujeres en matrícula. No sabemos exactamente por qué ocurre esto. Igual es porque las mujeres, por lo que sea, tienen miedo al fracaso o simplemente no les gusta este tipo de carrera. A nosotras, al trabajar en este ámbito, nos resulta raro que a las mujeres no les pueda gustar, pero es constatado que en este ámbito es así. Nosotras nos hemos planteado que los referentes funcionan y en las profesiones STEM tienen que funcionar. Hay estudios que demuestra que la gente que tiene referentes STEM muestra un 20% de mas interés que quien no los tiene”.

Ana Belén Gil González no cree que la falta de mujeres en estas profesiones esté relacionada con la falta de apoyo a la investigación. “No creo que tenga que ver porque de hecho las mujeres elegimos en libertad las titulaciones que nos gustan. Pero las mujeres no lo ven porque igual ven que son titulaciones frías. Las mujeres tienen que ver que en ingeniería también tienen su papel porque son útiles. Nosotros queremos mostrar nuestro trabajo y hacer de red para que vean que somos muchas y qué es lo que hacemos donde trabajamos. Se necesitan mujeres y ojos de mujer y formas de trabajo de mujer en la ciencia”, añade.

Inversión

“Aquí en ciencia a nivel estatal se invierte muy poco dinero. La carrera de un científico en la universidad es muy penosa, porque las personas se encuentran con que estudian una carrera y son ingenieros superiores con apenas 20 años y para quedarse en la Universidad los sueldos son ínfimos y lo que te queda es estudiar un doctorado que pueden ser cuatro o cinco años con unos sueldos muy vergonzosos. Si te vas al sector privado enseguida se duplican o triplican los sueldos y, sin embargo, aquí hay que pasar unas penalidades terribles para llegar con suerte a finalmente tener un sueldo la mitad de tus compañeros que están en empresas. La gente buena se va a instituciones privadas o se va al extranjero”, explica Ana Belén Gil González.

Gil González asegura que la conciliación es muy complicada y que ese aspecto también puede afectar a la falta de mujeres en la investigación. “Si estás investigando eso te requiere el 100% de tu tiempo. Estancias en el extranjero, el laboratorio, papers… es muy complicada la conciliación. Tanto es así que cuando se hacen ratios de los hijos que tienen las investigadoras tienden a un como mucho. Las mujeres, desde mi humilde punto de vista, siempre cedemos nuestro tiempo en función de la familia los hijos y demás, con lo cual a nosotros nos analizan nuestra actividad docente y de investigación por periodos de seis años. Hemos conseguido que si has tenido un hijo en esos seis años te prorrateen la actividad, porque claro si tú en seis años tienes un hijo o dos no te pueden pedir que publiques cierto número de papers al año exactamente igual que si estuvieras al 100% de actividad. Entonces, poco a poco vamos consiguiendo políticas de conciliación, pero está muy lejos de ser real”.

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