Dado que los bancos no ofrecen prácticamente rentabilidad económica por el dinero en cuenta, muchos ahorradores deciden invertir su capital, con el objetivo de obtener rendimientos económicos. Dos de las opciones que más gustan son los fondos monetarios y la compra de deuda pública. Sin embargo, surgen dudas a la hora de decantarse por una u otra opción.
En los últimos meses se ha producido un gran furor por las Letras del Tesoro, como así lo muestran las colas frente al Banco de España en Madrid. Esto se debe a sus atractivos intereses tras las subidas de tipos del BCE y el bajo riesgo que supone la inversión.
En este sentido, este martes, el Tesoro ha colocado más de 5.000 millones de euros en Letras a 6 y 12 meses, logrando las primeras una rentabilidad del 2,675%, mientras que para las segundas se situó del 2,813%, unos de los mejores porcentajes de los últimos años.
Frente a esta opción, los inversores pueden valorar la alternativa de los fondos monetarios, que consisten en una forma de inversión, también a corto plazo y de bajo riesgo, que invierte en activos financieros de alta liquidez. Su principal ventaja consiste en que permiten diversificar entre numerosas emisiones, cuentan con ventajas fiscales y no requieren de esperar a una fecha concreta para recuperar la inversión.
Sin embargo, frente a la deuda pública, actualmente ofrecen una menor rentabilidad a corto plazo. Esto se debe a que la inflación y la política monetaria restrictiva del BCE han llevado a la estabilización de los fondos monetarios en 2022. Además, soportan comisiones mayores que la compra de deuda pública.
Entre los fondos monetarios que ofrecen los bancos españoles, algunos de los ejemplos, con la rentabilidad que ofrecen, son: ‘Santander Rendimiento Cartera’ (0,44%); ‘BBVA ahorro cartera’ (0,26%); ‘BBVA rentabilidad Ahorro a Corto Plazo’ (0,05%); ‘Caixabank Rendimiento Monetario Premium’ (0,10%) y ‘Bankinter Capital’ (0,17%).