La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, más allá de ‘La casa de papel’

Su presidenta, Isabel Valldecabres, explica todo lo que hacen, que te sorprenderá, y afirma que ahora se usa más efectivo que antes de la pandemia
Isabel Valldecabres, presidenta de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en el IES Fray Luis de León.

El Instituto de Educación Secundaria Fray Luis de León recibió la semana pasada a la presidenta y directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre- Real Casa de la Moneda, Isabel Valldecabres Ortiz, que impartió una charla bajo el título de “FNMT: Más allá de la Casa de Papel”, para explicar el trabajo que lleva a cabo.

Isabel Valldecabres señala que el motivo de la conferencia se debe a “dar a conocer  un poco más la institución de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.  Se conocen los productos que nosotros hacemos y  los servicios que nosotros creamos, pero no que a lo mejor estamos detrás de ellos y que proyectos tenemos. El título se debe a que  “La casa de papel” es la serie que mundialmente nos ha dado foco y nos ha dado a conocer, pero hay que contar lo que pasa de verdad. Es verdad que hacemos el papel de los billetes, pero hacemos mucho más. Queremos acercarla un poco más  a la ciudadanía”.

En cuanto a la cantidad de dinero que hay actualmente en la fábrica, Isabel Valldecabres comenta que “por razones de seguridad hay cosas que no puedo contar. Por otra parte, lo que nosotros fabricamos son monedas y billetes que inmediatamente se mandan a un silo de seguridad y se entrega al Banco de España que son quienes realmente distribuyen el efectivo por todos los bancos. El año pasado hicimos 400 millones de monedas este año vamos a hacer 600 millones de monedas”.

El trabajo

Isabel Valldecabres explica que, además de monedas y billetes, dentro de la fábrica se hacen muchas más cosas. “Hacemos el Documento Nacional de Identidad para la Policía, incluso todos los sistemas informáticos, impresoras, grabadoras de datos… todo lo que encontréis en un puesto de una comisaría donde os piden el DNI o pasaporte.  Hacemos los pasaportes y los mandamos a los consulados de todo el mundo de las personas que viven fuera de España y de los españoles que viven fuera y también necesitan un pasaporte lo tienen que renovar. También estamos a cargo de los permisos de conducir. La Guardia Civil nos manda los datos, los hacemos y los mandamos por correo al domicilio. Lo mismo con la licencia de armas. Lo que no mandamos al domicilio pero sí que se lo damos a la Sociedad Española de Apuestas y el Estado es la lotería de Navidad y la lotería de todo el año. Estamos en nuestras impresoras constantemente haciendo las loterías y los boletos de las quinielas. Por otra parte, hacemos sellos incluso con olores y con varias dimensiones. Y por supuesto el dinero. A veces monedas conmemorativas y todas las monedas en curso legal. En materia de billetes se hacen en papel en una fábrica que tenemos en Burgos.  Es la Fábrica de Papel aunque en realidad no es papel.  Son de algodón. Después tenemos una imprenta junto al Banco de España donde imprimimos los billetes”.

Desde la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre también hacen monedas, billetes, pasaportes y documentos de identificación para otros países. Isabel Valldecabres señala que esto es porque “puede ser que  en un momento determinado esos países no puedan o no sepan y nos lo encargan a nosotros”.

“Al margen de esa actividad internacional hace ya muchos años empezamos en la Fábrica de Papel empezamos a trabajar en una línea menos conocida. Empezaron a meter en las tarjetas telefónicas un chip. Ahí había datos. Empezamos a fabricar chips para las tarjetas de los bancos. Esto de fabricar chips se ha convertido en el negocio del siglo. Los fabricantes de todo el mundo necesitan chips. Y nosotros también porque en el DNI y en el pasaporte lo llevamos. Esto es así porque en muchas ocasiones a través de ese chip se contiene una cantidad de información que quien la lee no tiene que pedirle a la persona sus datos. En la lectura de esos chips se contiene mucha información”, explica Isabel Valldecabres.

Destaca que el interés y principal objetivo de la fábrica no es ganar dinero, sino prestar un servicio de interés general.

El público pregunta

Uno de los asistentes pregunto sobre la posibilidad de que acabase desapareciendo el dinero en efectivo. Isabel Valldecabres asegura que “yo represento una empresa que hace dinero. Las personas pensarán que si me dedico a hacer dinero defenderé el dinero en efectivo. Pero yo siempre digo que una cosa es el sitio donde trabajo y otra cosa es la mentalidad con la que funciono. Hay personas que usan tarjetas u otros medios, pero está claro que todo el mundo a lo largo de su vida usa el efectivo. Lo que sucede es que si nosotros no garantizamos el efectivo todas las instituciones públicas estamos rompiendo la igualdad social, la privacidad de los ciudadanos a la hora de pagar y el acceso a un servicio que es obligatorio, porque no tenemos otra forma de adquirir bienes y servicios que a través del dinero. No podemos depender de los medios de pago digitales. Es un riesgo depender de estos medios. Te atacan el sistema y de la noche a la mañana las personas se quedan sin poder pagar.  Aunque todos pagamos mucho con medios digitales como bizum o Apple pay, se usa mucho más el efectivo de lo que se usaba, hemos vuelto a niveles de antes de pandemia entonces nos han pedido que acuñemos mas moneda», afirma.

«Entre unas cosas y otras hay mucho dinero», prosigue. «Aunque uno no tiene una bola de cristal, es decir, ocurrirá lo que la sociedad quiera que ocurra. Nosotros tenemos muchos productos, si no hacemos una cosa haremos otra. Lo que no nos convence, y yo por lo menos es la opinión que tengo, es que haya campañas en contra del uso del efectivo, porque el efectivo es un derecho de las personas a pagar de una forma anónima y sencilla y que no requiere conocimientos”.

“Hay personas que tienen discapacidad y que no pueden manejarse en el mundo de lo digital y esas personas siguen que poder siguiendo usar el efectivo. Lo que ocurre es que el acceso al banco el acceso a un cajero el acceso al dinero sobre todo en poblaciones alejadas de las grandes ciudades es muy complicado y no solamente puedes pensar en quienes usamos un Smartphone y pagamos con una aplicación. También tienes que pensar que hay personas un 15% de la población que no tiene medio digitales de pago, ni si quiera tiene una cuenta de banco. El efectivo es la forma en la que todos pagamos. Todo el mundo usa el efectivo, pero no todo el mundo usa los medios digitales”, añadía Isabel Valldecabres.

Sobre el tiempo de vida de una moneda y un billete, la presidenta de la Fabrica nacional de Moneda y Timbre señala que no tenía el dato exacto pero que “nosotros cada año en la comisión de moneda decidimos que cantidad de moneda el Banco de España retira y lógicamente se recicla, se funde… porque la sostenibilidad la tenemos metida en el cerebro. Esa desmonetización nosotros en nuestro país, en el eurosistema, está regida por unas normas porque no nos gusta que circulen billetes que estén hechos un asco. Aquí los renovamos y volvemos a emitir billetes retirando del mercado otros. Pero duran mucho”, precisa.

Otra de las asistentes a la conferencia, en este caso, profesora de historia, preguntaba acerca de quién decide y como se decide las monedas conmemorativas. Isabel Valldecabres explicaba que “a nosotros se nos dirigen instituciones, administraciones, centros públicos y privados a pedirnos que hagamos una colección de moneda conmemorativa. Desde un Ayuntamiento hasta una institución publica, una comunidad autónoma o lo que sea. Es verdad que hay personas e investigadores en fábricas que andan mirando y se adelantan, porque el proceso desde que tú lo piensas hasta que sale pasan 9 meses y tenemos que ir con el trabajo adelantado. Cogen el calendario y ven las fechas y aniversarios, pero en los acontecimientos históricos hay comisiones a lo largo de todo el país que nos encargan a la fábrica que hagamos ciertas colecciones. Son comisiones que se crean por parte del gobierno”.

Otro de los asistentes se preguntaba el motivo por el cual los billetes de los países no se pueden personalizar con personas que nos identifiquen como comunidad y para que nos siga identificando como grupo. Isabel Valldecabres comentaba que “cuando se ingresa en la UE el sentido de comunidad europea no se pierde. Tenemos sentido de españoles. Como europeos había poca conciencia porque parecía un club al que nos habíamos sumado, pero que allí se deciden las cosas y nosotros no tenemos nada que ver con eso. Lo que intenta hacer el Eurosistema es un sentido y un vínculo de comunidad que no te da ninguna otra cosa que no sea la lengua o la religión en su día. Había una necesidad de cohesión y cuando empiezan a pensar en el diseño lo abren en concurso de todos los países. La idea era tener un sentido de comunidad. También es una cuestión de costes. Se distribuyen entre los bancos. Si cada banco nacional tiene que fabricar su modelo de billetes, comprar sus tintas, sus diseñadores, sus elementos de seguridad… habría un problema. Se intenta que por esa parte vaya todo igual”.

Trabajo

Otro de los intereses del público era saber que perfil de trabajador se necesitaba para entrar a la fábrica. Isabel Valldecabres señala que “nosotros tenemos un volumen de trabajadores entorno a los 1.300. Hay una edad media muy alta y la distribución hombres y mujeres es completamente atípica a lo que cualquier empresa española. Tenemos un 30% de mujeres trabajando nada más. Las personas tienen una edad media muy elevada porque es una fábrica que tiene mucha estabilidad, flexibilidad horaria total, que tenemos implantado el teletrabajo… Los perfiles son muy variados. Lo primero que tú entras es como auxiliar o auxiliar administrativo de talleres. Puedes trabajar en el departamento industrial, comercial, de sistemas financieros, recursos humanos…Hay muchos departamentos, muchos perfiles administrativos y muchas personas que hacen el trabajo físico. Tenemos desde personas que entran estudiando la carrera o captamos personas de fuera que es donde más demanda tenemos ahora. En este momento tenemos 200 plazas por cubrir. Los perfiles más técnicos y tecnológicos están más demandados”.

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