Jean Claude Cubino homenajea y se inspira en el Teléfono de la Esperanza en su última exposición, La llamada encendida, que se podrá disfrutar del 16 al 30 de marzo de 18.00 a 21.00 horas en la sala de Unicaja, en la plaza de los Bandos.
El artista alude a la rapidez del cambio en nuestras sociedades modernas, la crisis económica, la pandemia, los conflictos internacionales, la pobreza energética, la precariedad laboral, la pérdida de valores humanos,… «debilitan la cohesión social, dando como resultado sectores en riesgo de exclusión», explica Jean Claude Cubino en su blog.
Analiza que estamos cada vez más indefensos, aislados, solos e inmersos en un sistema que vulnera nuestros valores esenciales como personas.
Por ello, Cubino señala que fortalecer la inclusión social es indispensable para conseguir una sociedad más justa y tolerante. «Una sociedad espiritual mejor preparada. La igualdad es la contraseña de una democracia social», matiza.
Los proyectos de Obra Social en los cuales participa, giran en torno a su inquietud personal: dar visibilidad a esos sectores discriminados y potenciar el mensaje de las instituciones que protegen sus derechos.
«Es muy complicado encontrar a alguien que te escuche. Cada vez te dan más la espalda. Por eso suenan tanto los teléfonos. ¿La llamada encendida?», pregunta el artista.
Las llamadas se producen especialmente en el turno de noche, responden a personas que están desesperadas y tienen una mayor necesidad de ser escuchadas.
Son las horas más complejas de cubrir, cuando la desesperanza se crece en las tinieblas, el momento en el que los problemas se ven más grandes y la soledad te hace más vulnerable.
Son seres que se enfrentan a un abismo doloroso, que echan mano del teléfono para hablar.
El Teléfono de la Esperanza
El Teléfono de la Esperanza es una vía de escape que ayuda a personas en situaciones de crisis, a reducir o eliminar sus problemas a través de las conversaciones por teléfono y también de manera presencial.
Los llamantes entablan entonces una conversación curativa con personas voluntarias dispuestas a echar una mano a cualquiera que atraviese un mal momento.
Hay una la Luz que brilla cuando surge la alianza a través de esas llamadas entre desconocidos, en ese preciso momento es cuando la llama se enciende, para iluminar mejor el camino.
Ayudar como sentido de vida, descubrir los sentimientos para mejorar en el aprendizaje humano. Entender que nos podemos equivocar y que siempre hay momentos para conseguir lo que queremos.
Valorar los momentos de superación y de valentía. Caminar junto al desconocido que desea sentirse escuchado. Simpatizar.
«Tenemos que abrir el corazón y el alma a las necesidades ajenas o nos convertiremos en seres carentes de los valores que nos hacen realmente humanos y nos hacen brillar como personas», concluye Jean Claude Cubino.
***** La exposición La llamada encendida se puede ver del 16 al 30 de marzo, en la sala de Unicaja, en la plaza de los Bandos, de 18.00 a 21.00 horas.