Juan Manuel Corchado, catedrático en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Salamanca, apuntó este viernes hacia procesos tecnológicos “éticos”, como denominó al ‘Big data’, el ‘Blockchain’, los ‘Digital twins’ y el ‘Edge computing’, para lograr “quitar el miedo” de la sociedad a la inteligencia artificial, especialmente en el ámbito de los cuidados.
ICAL. El también director del IOT Digital Innovation apuntó así que “todo lo que hagamos con la inteligencia artificial se puede guardar y después podemos acceder a esa información”, en declaraciones recogidas por Ical durante la participación de Corchado en la primera Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados (Fitecu) con la conferencia titulada ‘Inteligencia Artificial al servicio de los cuidados’.
El además presidente del AIR Institute valoró que “los algoritmos están permitiendo crear algo completamente diferente”, y se refirió a tecnologías y procesos como el ‘machine learning’, el ‘blockchain’ o el internet de las cosas, entre otras cuestiones, para analizar la evolución de la inteligencia artificial hasta llegar al “aprendizaje profundo”.
Un análisis que permite “transformar todo lo que toca la inteligencia artificial”, que en relación a la robótica es “todo uno”, y ante la que pidió “quitar el miedo” a través de la “ética” para generar una IA “confiable” que va a poder “justificar lo que nos dice”, creando mecanismos que garanticen que cuando un algoritmo prediga una demencia o una enfermedad, lo haga “con independencia de quién sea el paciente”.
Y es que la inteligencia artificial confiable es “una realidad” gracias al ‘blockchain’ y al propio internet de las cosas, donde se puede actuar con “tecnología barata” para meter la información en la nube con la que crear “grandes sistemas sin gastar grandes cantidades de dinero”. “Es un mundo ideal para transformarnos”, sentenció.
Reivindicó así los espacios comunitarios de datos, a través de clústers como SIVI, organizadora de Fitecu, para evitar “comprar y almacenar” , extendiendo un contenido ético y comunitario al mundo digital y la robótica con procesos como el ‘Big Data’, el ‘Edge computing’, los ‘Digital twins’ o el marco regulatorio, donde reconoció que España es “pionera en Europa” y “referencia”, lo que permite “hacer inteligencia artificial mucho más rápido”.
Lo ejemplificó con el proyecto de CO2 desarrollado para el Ayuntamiento de Salamanca, con el que medir magnitudes de CO2, temperatura, humedad relativa y presión para monitorizar la calidad del aire en la ciudad. Ese tipo de dispositivos IoT “los podemos conectar para un complejo universal de inteligencia” que en Sanidad reconoció que está muy desarrollado pero que en el ámbito de los cuidados “requiere imaginación e involucrar en el desarrollo de esto a los que queremos hacer cosas, al usuario final para decirnos si nos equivocamos, y al sector productivo, básico para comercializar esta experiencia”.
“Todo el mundo ve que la inteligencia artificial es una gran potencia que puede resolver muchos problemas y como herramienta para la toma de decisiones es fundamental”, concluyó, y defendió la herramienta de ‘deep intelligence’, desarrollada por su equipo, que les permite ser “mucho más rápidos” en el desarrollo de procesos y que está “a disposición de todos” de manera gratuita “siempre que se quiera utilizar para la investigación”.
También explicó otra herramienta puesta en marcha por el equipo que dirige en BISITE para comparar, a través de técnicas de inteligencia artificial, diferentes genéticas para descubrir mejores prácticas y protocolos desarrollados en todo el mundo y desarrollar, a partir de ahí, los mejores procesos de implementación y seguimiento del tratamiento y la enfermedad. Todo gracias a lo que denominó aprendizaje federado, que permite “crear modelos anonimizados y compartirlos con los que resolver problemas” en el ámbito sanitario y de los cuidados. “Muchos de los problemas que tenemos hoy en día, se resuelven con este tipo de tecnología”, concluyó.