Los jóvenes empiezan a retrasar el momento para sacarse el carné de conducir. Hasta no hace mucho lo habitual era apuntarse a la autoescuela al cumplir los 18 años, pero ahora es más común que lo hagan uno, dos o tres años después. Desde el sector apuntan como principal motivo a que prefieren irse de vacaciones al finalizar la selectividad antes que obtener el permiso de circulación.
Pese a que haya quien pueda pensar que los jóvenes han perdido el interés por sacar el carné de conducir, el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Salamanca, Luis Rodero, lo niega tajantemente. “Lo que se dice de que los jóvenes ya no se sacan el carné es mentira. A mí me sorprende que, sobre todo, lo sigan desde la DGT”.
“La cuestión está en que ahora hay muchos menos jóvenes y muchas menos personas que cumplen 18 años que hace, por ejemplo, 10 o 20 años. Entonces, evidentemente, el número de personas que se sacan el carné es menor, pero no porque dejen de sacarlo, sino porque hay menos jóvenes. Comparando con el de hace años el porcentaje de personas que se sacan actualmente el carné con 18-19-20 años, es bastante similar”, explica Rodero.
Si bien es cierto, el representante de las autoescuelas salmantinas confiesa que, en estos centros, han percibido un cambio de tendencia en los últimos años. “Sí es verdad que, comparando con unos años atrás, lo retrasan. Ya no sacan el carné de conducir cuanto antes. Ahora lo retrasan uno o dos años”, reconoce. “Pero se siguen obteniendo los permisos prácticamente igual en cuanto a número”, matiza.
Este cambio de tendencia tiene, según Rodero, un motivo que destaca por encima del resto. “Antes, al terminar la selectividad, lo siguiente que se hacía era sacar el carné. Últimamente prima más el ir de vacaciones para celebrar el aprobado que el carné de conducir. Esto es, los jóvenes prefieren ir de vacaciones al terminar antes que sacarse el carné. En muchos casos priorizan una cosa sobre la otra”.
“Como en muchas ocasiones los padres son los que pagan el carné, dice ‘ya te he pagado las vacaciones, el carné te lo pago el año que viene’. Lógicamente, en una familia normal, el carné de conducir es un desembolso, y si el hijo se quiere ir de vacaciones es otro desembolso. Y en muchas ocasiones no se pueden cubrir los dos en el mismo año”, aclara el presidente de las autoescuelas salmantinas.
Por otro lado, Rodero indica que, actualmente, el perfil medio que acude a las autoescuelas son “personas entre los 18 y 21-22 años”. Además, recalca que “hay tantas mujeres como hombres en las autoescuelas”, e “incluso algún año se presentan más chicas que chicos”.
Los jóvenes
La visión sobre este tema entre los propios jóvenes es muy variada. Están desde aquellos que han sacado el carné al poco de cumplir los 18, como Leticia, quien señala que “me apunté a la autoescuela al cumplir la mayoría de edad, porque creo que el carné es algo necesario para la vida, independientemente de que lo vayas a usar más o menos”.
De una opinión similar es Nuria, quien lo ha obtenido con 20 años. “He tenido más ganas que prisa pero, al fin y al cabo, el carné es una necesidad básica. Aunque hay medios de transporte público, por ejemplo, cuando ocurre una emergencia no puedes depender de ello”. Esta estudiante también considera que “tener el carné de conducir beneficia al currículum”.
Miriam se encuentra actualmente en el proceso de obtener el permiso y quiere lograrlo “cuanto antes”, porque “me apetece un montón conducir ya”. Pese a ello, matiza que “no he tenido prisa” por sacarlo.
David lo ha sacado “a los 20” y hasta esa edad “no he tenido especial prisa. Me daba un poco igual”. No obstante, reconoce que en ese momento “me vi con ganas y me decidí a sacarlo porque te da autonomía y disponibilidad para desplazarte cuando lo necesites sin depender de nadie”.
Por otro lado, también están los que no se preocupan por ello hasta que no les queda más remedio. Varios jóvenes coinciden en que tienen “intención, pero no prisa”, y reconocen que “ya me lo sacaré”, “es algo que tengo pendiente” o “me da pereza”. Por ejemplo, Aarón confiesa que él “no lo veía necesario, así que lo he ido dejando”. Sin embargo, “cuando me he visto en la obligación he comenzado a sacármelo”.
Finalmente, el último grupo es el de aquellos que no tienen el permiso de conducir, ni tampoco las ganas e intención de obtenerlo. “En una ciudad como Salamanca no necesito el coche. Yo soy de aquí y vivo aquí, por lo que me puedo desplazar andando o en transporte público”, señala Laura, quien a sus 21 años no se ha planteado “nunca” sacar el carné. Otros, como Pedro dicen que “no me lo he sacado, ni tengo pensado hacerlo, porque no lo considero algo prioritario para mis necesidades”.