Luis Tudanca, secretario general del PSCyL y portavoz socialista en las Cortes, llamó este lunes a “combatir” a la “extrema derecha”, desde la “serenidad” y sin esperar “milagros”. “O se le hace frente, o se le hace hueco”, dijo en referencia al pacto de PP y Vox en la Comunidad, por lo que apostó por que Castilla y León se convierta en un “ejemplo” nacional de como frenar su avance, en lo que consideró una nueva “responsabilidad histórica”.
ICAL. Tudanca compartió este lunes en las Cortes con el presidente del Senado, Ander Gil, una mesa de debate, que llevaba por título ‘Fortalecimiento de la democracia en el Estado constitucional’, en el marco de la jornada ‘El Estado Constitucional ante el avance de la extrema derecha’, que cierra la conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía.
En ese sentido, el dirigente socialista expresó su preocupación por mantener el “equilibrio” en la respuesta a estas formaciones, que insistió debe ser “firme”, pero también deben mantener un tono “sosegado”, para no generar desconfianza. Advirtió de que tienen que hacer un esfuerzo para estos discursos les lleven a “caer en algunas de sus trampas” y terminen “tirados al barro”, porque en en esa pelea consideró que ellos se sienten “cómodos”.
De esta forma, Tudanca pidió no caer en la tentación de “menospreciarles” o “ridiculizarles”, porque insistió saben “muy bien lo que hacen” y como ejemplo citó los “lazos” económicos e ideológicos que les atan a territorios como Hungría, algo que a su juicio se vio con la polémica sobre el aborto. Insistió en que sus políticas no van sólo contra las mujeres, el colectivo LGTBI o los sindicatos, sino también contra el modelo institucional, algo en lo que consideró “arrastran” y condicionan a la derecha conservadora.
Asimismo, como “socialista apasionado”, sostuvo que defiende el “pluralismo” y destacó la importancia de los acuerdos entre diferentes partidos para defender el interés general. Precisamente, indicó que el Estatuto de Autonomía es fruto de construcciones entre fuerzas políticas distintas, como los pactos sobre financiación, industria o agricultura. De hecho, recalcó que la Comunidad “siempre ha sido ejemplo” de grandes acuerdos, lo que recordó permitió poner en marcha, por ejemplo, el diálogo social.
Ahora, lamentó el socialista, la “extrema derecha” trata de “destruir” los elementos democráticos y los consensos, generando “ruido y crispación” para que todo el sistema institucional se “debilite”. Por ello, explicó que no acepta que se compare a Vox con otros partidos, porque remarcó esta formación trata de “impedir” que los demás ejerzan sus derechos y la democracia siga avanzando.
Soluciones
Por otra parte, Luis Tudanca pidió frenar a la “extrema derecha” desde el plano institucional o político, aislándoles en las instituciones, pero también a través de los movimientos sociales, como ocurrió este sábado en la Cúpula del Milenio en Valladolid para demostrar que “otra Castilla y León es posible” y que no se resignan a que vayan “envenenando la convivencia”, a través del “virus de la crispación” y la “desinformación”.
El socialista pidió contraponer a los postulados de estos movimientos el crecimiento, el progreso social y el estado de bienestar ya que reconoció que la concatenación de sucesivas crisis económicas genera “desazón” entre los ciudadanos, de cuya “desesperación” se aprovecha la “extrema derecha”. Así, defendió un estado de bienestar “fuerte”, con políticas que suban el Salario Mínimo Interprofesional, las pensiones o los derechos sociales.
Además, planteó como respuesta a la “extrema derecha” la mejora de la transparencia y el fomento de la participación institucional, para que la ciudadanía se sienta “más concernida” y se minore el “desencanto” y la “lejanía”, que consideró es “terreno abonado” para su crecimiento.
Finalmente, consideró necesario contar con “medios libres, transparentes y sin condicionamientos”, con el objetivo de evitar que se difundan sus “bulos” y desinformaciones. En definitiva, abogó por el “fortalecimiento” de la sociedad civil, frente a los ataques a los sindicatos, las organizaciones patronales y las mujeres, un tejido que reconoció no está “pasando por sus mejores momentos”.