Las ayudas para electricidad y gas natural que estableció el Gobierno dentro de su plan de medidas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania no están llegando a la población. Esto se debe especialmente al desconocimiento por parte de los potenciales beneficiarios, lo que lleva a que, en algunos casos, el 99% queden desiertas por falta de solicitudes.
De todas estas ayudas, la que peor está funcionando es la que se conoce como TUR vecinal. Dicho mecanismo suponía, para las comunidades de vecinos con calefacción central, una reducción de la factura a la mitad respecto al mercado libre. Inicialmente se calculaba que debía cubrir a 1,7 millones de hogares. Pese a ello, el primer mes se acogieron 2 comunidades y, a día de hoy, son 4.053. Por tanto, se han concedido el 0,2% de estas ayudas (el 99,8% están desiertas), informa la SER.
Por otro lado, el bono térmico individual ha llegado a 2.297.766 de los 5,7 millones de usuarios que pretendía alcanzar. De esta manera, el 60% de las ayudas no se han concedido por falta de solicitudes.
El bono social eléctrico tampoco está cumpliendo las expectativas. Así, aunque lleva en vigor desde septiembre de 2021, solo ha beneficiado a 1.350.000 personas de los 1,9 millones que podían pedirlo.
El principal motivo que esgrimen desde el Ministerio de Transición Ecológica a la Cadena SER es el desconocimiento por parte de la población. Tal y como indican, las ayudas están, pero faltan las solicitudes, ya que muchos no saben ni cuáles son las ayudas ni cómo deben pedirlas.
Por su parte, los administradores de fincas alegan a la complejidad existente a la hora de pedir las ayudas. En este sentido, indican que gran parte de los beneficiarios potenciales de las ayudas son “mayores” y “más pobres”, lo que dificulta la realización de los trámites.
