La falta o escasez de relaciones sexuales en una pareja puede afectar negativamente, llevando a algunos incluso a plantearse si son viables estas relaciones. Así, falta de encuentros íntimos puede estar provocada por diversas cuestiones y siempre variará en función de cada pareja, pero también puede solucionarse.
Tal y como se desprende de una encuesta realizada en EEUU en 2018, de las más de 650 parejas entrevistadas, el 19% reconocieron haber tenido ninguna, una o dos relaciones sexuales durante el último año. Asimismo, el 35% tenían sexo entre una y tres veces al mes, el 25% una vez por semana y el 21% varias veces a la semana.
Los factores que pueden llevar a la sequía sexual son muy diversos y dependen de cada persona. No obstante, más que una causa específica, suele deberse a muchas cuestiones que acaban derivando en ello.
Algunos de los motivos pueden ser la falta de interés, el exceso de ocupaciones, el estrés, los conflictos en la relación, problemas de salud o traumas sexuales sobrevenidos.
Teniendo en cuenta el elevado número de parejas en las que el sexo es prácticamente inexistente, se plantea la duda sobre la viabilidad de estas relaciones.
La respuesta es sí, siempre y cuando los miembros de la pareja estén de acuerdo en ello. Incluso en algunos casos, en que el sexo es motivo de disputas, su ausencia puede tener efectos beneficiosos.
El principal problema en este tipo de escenarios se produce cuando uno de los integrantes de la pareja no está contento con ello. De esta manera, la falta de sexo puede acabar derivando en un deterioro de la pareja que, a su vez, podría abocarla al final.
En esos casos, una de las principales recomendaciones pasa por acudir a un terapeuta especialista en este tipo de conflictos.
Además, la comunicación en la pareja es muy importante, por lo que hablar sobre el tema puede ser beneficioso para la pareja. También puede ayudar darle prioridad a los encuentros sexuales y dejar espacio a lo largo del día para ello.
