El euríbor a 12 meses ha finalizado el mes de febrero con un nuevo repunte, alcanzando el 3,534%. Después de 14 meses consecutivos de subida, ha experimentado la escalada más abrupta desde su creación. Como consecuencia de ello, las hipotecas variables se encarecerán aún más, y un préstamo medio supondrá unos 3.200€ al año.
El euríbor a 12 meses, el índice de referencia para las operaciones entre bancos de Europa, y también uno de los más utilizados para calcular los préstamos a particulares, como las hipotecas, se ha situado al concluir febrero en el 3,534%. Esto supone un importante encarecimiento para los consumidores que tienen hipotecas variables.
Dichos préstamos suelen calcularse anualmente, por tanto, para una hipoteca media en España (145.510€ a pagar en 24 años, según el INE) supone pasar de una cuota mensual de 546,8€ a 813,8€. Teniendo en cuenta esta diferencia mensual, en términos totales, esos clientes necesitarían unos 3.200€ más al año para hacer frente a la hipoteca. El aumento respecto al año pasado es del 49%, superando al valor más elevado hasta ahora desde que empezó la actual escalada del euríbor (48,7% en enero de 2023).
El principal motivo que ha provocado la desorbitada subida del euríbor ha sido la política del BCE de subidas de tipos de interés para combatir la elevada inflación. De esta manera, desde el mes de julio, el BCE ha implementado diferentes subidas de tipos, pasando del 0% al 3% actual. Asimismo, se espera que en la reunión de marzo suba, al menos, medio punto más hasta el 3,5%.
Según los cálculos de la patronal bancaria, el euríbor alcanzará valores cercanos al 4%. En la misma línea se muestra Rafael Moral, responsable del departamento de Análisis Hipotecario de Hipoo. “No creemos que el euríbor vaya a dar tregua aún”, señala. Si bien, “confiamos en que el tercer trimestre del año se empiece a notar una ligera bajada”, añade.
Finalmente, desde la asociación de usuarios financieros (Asufin) creen que el indicador escalará hasta el entorno del 4%, bajando hasta rondar el 3,7% a finales de este año. Por ello, desde la organización reclaman a la banca “la búsqueda de alternativas para aquellos consumidores que no puedan acogerse a las medidas recogidas en el Código de Buenas Prácticas”.