Dicen los expertos en hacer un inmueble un hogar que las casas deben contar la historia de quién eres, porque las mejores habitaciones son las que tienen algo que decir de la gente que vive en ellas. Apostando por este concepto, en la residencia CleceVitam San Antonio ofrecen a las personas mayores que disfruten de su día a día manteniendo sus recuerdos, sus adornos y muebles en sus habitaciones, teniendo la mejor calidad asistencial y sin preocupaciones.
Un ejemplo de cómo han puesto en práctica esta idea, se puede ver en Pedro, que se levanta, baja a desayunar y a hacer algo de bicicleta y luego se va a ensayar con su grupo de coro hasta el mediodía, cuando regresa para comer. Sigue manteniendo su día a día.
Al igual que Carmen, que se toma su café y vuelve a su habitación llena de plantas y color para descansar un poco antes de sumarse a las actividades del día.
Por su parte, Satur decide dar un paseo matutino en busca de ideas para sus pequeñas creaciones de madera inspiradas en aperos de labranza.
Todos ellos son residentes de CleceVitam San Antonio, un centro que tiene como algunas de sus principales características la personalización y la libertad de actuación. Así lo explica Estíbaliz de Frías, la directora de la residencia, quien asegura que en ella se aplica el modelo ‘En mi casa’, impulsado por la Junta de Castilla y León, en cada paso del día a día con el objetivo de que las personas que tienen en ella su vivienda se sientan, efectivamente, como en su propio hogar.
“Muchos de nuestros usuarios son personas mayores que buscan tener sus necesidades cubiertas, pero poder continuar con sus rutinas y con su forma de vida. Para ellos somos una especie de hotel en el que también cuentan con servicio médico, de fisioterapia o de animación para dar solución a los pequeños inconvenientes asociados a la edad sin perder las ganas de festejar y de relacionarse”, destaca Estíbaliz de Frías.
Tal es el esfuerzo de todo el equipo de profesionales de CleceVitam San Antonio por hacer que las personas mayores continúen con su estilo de vida, que sus gustos y preferencias son tenidos en cuenta a cada paso. “Tenemos una residente que solo desayuna una cosa, sus cereales con chocolate, así que siempre los tenemos disponibles para que siga disfrutando de ese momento. Hay otra persona que ha querido decorar su habitación a su manera y que, incluso, se ha traído sus muebles”, añade De Frías al tiempo que asegura que todos estos cambios “favorecen que nuestros mayores sientan el centro como suyo”.
Asimismo, como en cualquier hogar, también hay tiempo para las visitas de los seres queridos. De hecho, la residencia cuenta desde hace escasos días con una nueva sala para las familias, totalmente renovada, con el objetivo de ofrecerles una mayor comodidad y flexibilizar estos encuentros, tan esperados por unos y otros.
Buffet y productos de proximidad
Por otro lado, uno de los puntos fuertes de este centro residencial, ubicado en el centro de Salamanca, es su servicio de restauración, basado en productos frescos y de temporada, favoreciendo así la calidad de los ingredientes.
“El desayuno es tipo buffet, con opciones para todos los gustos y prácticamente a la carta. Además, las comidas y cenas se preparan diariamente en el centro y vienen pautadas por la chef ejecutiva de la empresa para que sean tan sabrosas como nutricionalmente adecuadas”, apunta Estíbaliz de Frías.
En este sentido, cabe destacar que todos los proveedores son de la capital o de la provincia salmantina, tejiendo de este modo una red de colaboración con otras empresas de la zona en favor del empleo y de la calidad gastronómica.
Así, con su menú de cercanía, sus actividades y todos los servicios asistenciales y sanitarios del centro, CleceVitam San Antonio se posiciona como la mejor opción de la ciudad para disfrutar de la tercera edad sin preocupaciones y con total autonomía.
