Recientemente se está popularizando un procedimiento quirúrgico conocido como queratopigmentación anular, y que permite cambiar el color de los ojos. Sin embargo, se trata de una moda muy peligrosa, tal y como lo advierten desde la Sociedad Española de Oftalmología.
En los últimos años se ha desarrollado un procedimiento quirúrgico que permite cambiar el color de los ojos. Pese a que inicialmente su principal propósito era ayudar a pacientes con problemas como opacidad corneal, heterocromia, anisocoria o fotofobia, ahora también se emplea para fines estéticos.
Esta moda se ha extendido en las redes sociales, donde algunas personas han mostrado su cambio. Una de ellas ha sido la influencer Daniela Requena, quien se ha sometido a la citada operación. “Es una intervención de 45 minutos con anestesia local, y de una sola vez”, explica.
No obstante, desde la Sociedad Española de Oftalmología han desaconsejado esta práctica. “La fotoqueratopigmentación, que es el nombre completo del procedimiento, pigmenta la córnea, no el iris. Básicamente, se basa en hacer un bolsillo circular dentro del espesor de la córnea e introducir un pigmento de colores a gusto del consumidor, dejando la pupila libre”.
El oftalmólogo y vicesecretario de la organización, José Antonio Gegúndez, ha reconocido a El Confidencial haber visto “a algún paciente que se había sometido a esta técnica en otros países, al que se le había descompensado la córnea y había perdido su transparencia”.
“Si nos basamos solamente en un punto de vista puramente estético, tampoco queda bien, porque al final lo que cambia de color no es el iris, sino la forma. No hay profundidad en el color. Sería comparable a los ojos de un muñeco, que no tiene vida. Es como el efecto que dan unas lentes de contacto, pero esas al menos te las puedes quitar”, indica.
Finalmente, recalca que “la Sociedad Española de Oftalmología no recomienda esta práctica bajo ninguna circunstancia” y cita otro procedimiento similar que consiste en la despigmentación del iris. No obstante, aclara que “es un poco oscurantista, puesto que no hay estudios al respecto” y “puede dar lugar a un glaucoma y producir ceguera”.