Opinión

Banderitas

La bandera de España ondea en la Plaza Mayor. ARCHIVO.

Hace un par de días podíamos ver por televisión como una diputada de Junts apartaba, incluso con rabia, una bandera de España antes de dar una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. El que debiese ser el elemento representativo de cualquier español sin importar su ubicación ideológica o territorial (que ya dispone de su propia bandera), vemos como en los últimos años es motivo de bronca tanto en lo público como en lo privado.

En nuestro país, hemos logrado que la bandera solamente represente a una parte del espectro político y por ende de la ciudadanía, y lo hemos hecho entre todos. Esto no es mérito de quienes se la han apropiado para ellos y para su causa, también es demérito de la izquierda que hemos preferido darle la espalda y considerar la bandera como algo rancio, caduco y poco menos que pro franquista. A mi entender craso error este abandono.

Craso error porque este, como todos los símbolos, tiene la capacidad de expresar ideas, planteamientos y sentimientos de manera simple y directa, y dejar un símbolo tan potente (y presente en cualquier institución, acto oficial…) como coto exclusivo de la derecha es no haber entendido nada de nada.

No soy tan ingenuo como para obviar que durante más de 40 años de dictadura la bandera era la representación de la parte ganadora de la guerra resultante del golpe de estado del 36 y a muchos de los que vivieron durante aquellos años su sola presencia les repulsa. Y es algo que sigue pasándonos a los que ocupamos posturas progresistas: identificamos la bandera como símbolo de la derecha más reaccionaria, la derecha que añora ese pasado en blanco y negro… vamos, con lo más cañí y ‘facha’.

Porque no nos engañemos, a día de hoy lucir bandera en la muñeca, mascarilla, pechera o balcón no simboliza que el portador esté orgulloso de ser español, sino que está orgulloso de pertenecer al grupo de propietarios de la bandera nacional y no seamos ilusos, repito: esta propiedad no es ganada sino es un regalo de todos los que hemos renunciado a estos colores.

Y ya si alguno se autodenomina patriota por lucir bandera patria, la RAE es clara y concisa al respecto y define patriota como: “Persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien”. Y no hay mayor símbolo de amar a la patria (y por ende de patriotismo) que pagar impuestos, demandar una buena sanidad para todos los ciudadanos, una buena educación pública o una ley de dependencia que abrigue a nuestros mayores del frío del neoliberalismo.

Estar orgulloso de ser español (y ser un verdadero patriota) es mucho más que colgar una bandera en el balcón, bandera por otra parte fabricada seguramente en cualquier país asiático a miles de kilómetros de aquí…

2 comentarios en «Banderitas»

  1. Hoy día portar una bandera de España , es ser un » fascista» definición utilizada por la izquierda, para mi la bandera representa a mi país,no representa a ningún partido….los que reniegan de fila es lz quiera…

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