Con el fin de evitar el desperdicio de alimentos, existe una iniciativa que permite dar una segunda oportunidad a esa comida. De esta manera, las tiendas y restaurantes pueden poner a la venta los productos que les sobran, y que el consumidor final adquiere a un precio mucho más bajo de lo normal. En Salamanca hay más de cincuenta establecimientos que permiten conseguir comida barata.
Se trata de la aplicación para móviles ‘Too Good To Go’, a la que ya hay adheridos más de cincuenta establecimientos de hostelería y comercio de Salamanca. Gracias a ello se consigue, por un lado, evitar que se tire la comida y, por otro, permitir al cliente conseguir esos alimentos a precios muy bajos.
El funcionamiento es sencillo y se realiza principalmente a través de la app. Los negocios adheridos ponen a la venta packs con los productos que no han vendido en el día, o que tienen algún tipo de desperfecto y que supone que no se pueden vender al público al precio normal, pero están perfectamente comestibles.
Los clientes seleccionan y compran el paquete desde la aplicación, acudiendo al establecimiento en el horario estipulado para recogerlo. No obstante, se trata de paquetes ‘sorpresa’, esto es, el consumidor no sabe lo que contienen hasta que se lo lleva a casa. Si bien, como es lógico, en una frutería contendrá frutas y verduras, en una pastelería, productos de repostería, etc.
En este sentido, Beatriz, de la pastelería La Madrileña, uno de los establecimientos adheridos a la aplicación, explica que “son cosas que están para comer, pero no están para vender al precio que se venden en la tienda. Bien porque no son recientes, porque tienen algún golpe, porque se han roto…”.
En este establecimiento, que lleva adherido “tres o cuatro años”, “los clientes pagan 2,99€ por lo que en tienda valdría 9€”. Además, como en todos los demás, “lo compran desde la app, se reserva, y vienen aquí a recogerlo”. Beatriz también reconoce que “esto tiene muy buena acogida, todos los días se vende”. “Además, los dulces siempre están muy cotizados”, concluye entre risas.
Otro de los comercios, que lleva “más de un año” en este proyecto es la frutería El Álamo. En su caso, “el pedido tiene que estar valorado en 9€, y el cliente paga 2,99€”, indica Mari Paz. “Las cosas que sobran, o que tienen algún toquecito, las vamos poniendo en una caja para el pack. El único requisito es no incluir cosas que estén pochas, como es lógico”, añade. Maite, explica que en esta frutería ponen “un pack al día, generalmente. Y todos los días que lo ponemos, lo vendemos. A la gente le gusta, además dicen ‘uy, qué pena, hoy no he podido cogerlo’”.
La frutería Los Cisnes lleva poco tiempo en el programa, pero en estos dos meses, “viene mucha gente a por los packs. Puede que haya algún día que no se venda, pero otros días salen cuatro o cinco paquetes y se venden todos”, comenta Alegría. Aquí, el cliente paga 3,99€ por productos valorados en 12€. “Se da el género que está un poco deteriorado, es decir, que se puede comer y se puede aprovechar, pero no se puede vender al mismo precio que lo demás”.
No solo los comercios tradicionales pueden adherirse al ‘To Go’. Así, el restaurante de comida para llevar Lolito Arte & Sano, desde hace “dos años y medio” incluye en sus packs “lo que va quedando de la comida de cada día. Con ello se hace un menú, que puede llevar dos, tres, o incluso cuatro platos”, apunta Julieth. “Esto supone conseguir comida a mitad de precio o, incluso, más barata”, añade. Aquí se paga 3,99€ por comida valorada en 12€. “Tiene mucho éxito. Vendemos diez ‘To Go’s’ al día”, concluye Julieth.
Finalmente, los bares son otro de los negocios que recurren a ‘Too Good To Go’ para no tirar comida. El bar La Celestina está desde su apertura, “hace un año y ocho meses” en este proyecto. “Diariamente suelo vender todos los packs que saco. Los clientes se llevan por 2,99€ lo que comprarían por 9€. Los paquetes incluyen el excipiente, es decir, los pinchos que sobran”, expone Blanca.
“Antes que tirar la comida, le damos una segunda oportunidad por ahí y, por lo menos, recuperamos lo que nos ha costado el género porque, como quien dice, ganar no ganamos”, añade la responsable de este bar. En la misma línea se muestra Jorge Carlos Moro, presidente de los hosteleros salmantinos. “Es una buena iniciativa, todo lo que sea evitar tirar comida es importante. Además, puede ser de gran ayuda para el sector de cara a salvar los costes”.