La pasada semana se producía una coincidencia en el sorteo de la Bonoloto que ha provocado acusaciones de manipulación. Pese a ello, la percepción del azar y las probabilidades, en lo que se conoce como la ‘falacia del jugador’ son las que llevan a la sensación de sorpresa.
La combinación premiada en la Bonoloto el pasado 11 de marzo fue 8, 21, 23, 28, 40 y 47, complementario (26) y reintegro (7). Estos números fueron prácticamente idénticos a los obtenidos dos días antes, el 9 de marzo, cambiando solamente el 28 por el 43. La coincidencia hizo saltar las acusaciones de manipulación.
Sin embargo, en El País han explicado por qué no es tan extraño lo que ha sucedido y no se trata de ningún amaño. Así, la probabilidad de acertar la combinación de la Bonoloto es del 0,00000715%, o una entre 13.983.816 veces. Si bien, este tipo de sorteos ‘no tienen memoria’, es decir, cada nueva repetición es totalmente independiente de las demás.
En este sentido, podría haber parecido menos extraño, por ejemplo, que en vez de los mismos números, hubieran salido los consecutivos (9, 22, 24, 41, 44 y 48). Esto se debe a la ‘falacia del jugador’, un sesgo cognitivo que lleva a pensar que lo que acaba de pasar es más difícil que se repita.
Por otro lado, teniendo en cuenta la probabilidad, para que vuelva a salir una misma combinación, el tiempo medio es de 13.983.816 (el número posible de combinaciones).
Así, al tomar esa variable -conocida en probabilidad como valor esperado- la mente tiende a pensar que la repetición sólo se producirá cada cierto número de sorteos. Pero esto no es así, porque el tiempo entre las repeticiones puede tomar cualquier valor, aunque la probabilidad sea muy baja.
En conclusión, pese a que la repetición casi idéntica era algo raro, también lo era cualquier otro evento o combinación.