Jean Claude Cubino es el autor de la muestra “La llamada encendida”, proyecto vinculado al Teléfono de la Esperanza, que puede ver hasta el día 30 de marzo en la sala de exposiciones de Unicaja
El artista quiere fortalecer con este exposición el mensaje que lanza el Teléfono de la Experanza. La muestra cuenta con una multitud de piezas realizadas con teléfonos y otros materiales reciclados. Está dividida en dos partes:
- Un homenaje al Teléfono de la Esperanza.
- Dirigida a aquellas personas en riesgo de exclusión social.
Jean Claude Cubino comenta que la idea que lo llevó a realizar una exposición de este estilo “no es fruto de la casualidad. Sigue una de las características principales de mi trabajo, la de colaborar con instituciones que tratan a personas en riesgo de exclusión social, porque uno de los puntos álgidos de mi trabajo es la inclusión», puntualiza Cubino.
Desde un principio para documentarse y adquirir mejor información sobre la situación decidió trabajar «de la manita y en colaboración con instituciones que llevan ese mensaje. Para tener mejor conciencia de ello, para tener mucho cuidado con lo que es y lo que voy a representar. Hay muchas personas que están muy sensibilizadas. No es igual tratar temática social que hacerlo con la institución. No tiene nada que ver. Cuando tú no trabajas con la institución, te permites todos los lujos que quieres y no es real”, matiza el creador de la exposición La llamada encendida.
Jean Claude Cubino aclara que los objetivos de este proyecto se basan en “fortalecer y mantener el mensaje que envía El Teléfono de la Esperanza de Salamanca y también a nivel nacional. Poner en valor y dar visibilidad», apunta.
Por otra parte, concienciar y sensibilizar a las personas de la situación que existe ahora mismo en todo el mundo. Es decir, debido a la anterior crisis económica, a la pandemia, las guerras, el desempleo, la precariedad en todos los aspectos sociales y toda la falta de valores. «Una de las características más importantes por las cuales hay sectores en exclusión social es porque estamos perdiendo los valores totalmente. Es poco más o menos blindar los valores”, puntualiza.
¿Por qué escogió el nombre de La llamada encendida para la exposición?
Por varios motivos. Serafín Madrid fue el precursor del Teléfono de la Esperanza y le gustaba mucho el término radio fórmula y produjo una película que se llamaba en ese momento La llamada. Me hice un poco eco de eso y del juego de palabras de la llama encendida. Creo que es una metáfora, porque yo utilizo mucho la metáfora en mis proyectos y el poema objeto es uno de los puntos importantes del título. Es quedarse con el juego de palabras de la llama que sigue encendida. No desde el punto de vista religioso, sino espiritual. El fuego como algo interior espiritual y profundo.
Todas sus piezas están hechas desde material reciclado…
Sí. Están hechas a partir de teléfonos viejos y materiales reciclados. Llevo muchos años trabajando desde un punto de vista constructivo ético-moral, transmitiendo el amor a la naturaleza mediante todos los conflictos que hay de al cambio climático. Uno de los puntos importantes de mi trabajo es que no genero nada malo. Incluso lo que hago es recuperar. Llevo más de 15 años trabajando con material de desecho. Las técnicas que utilizo son muy democráticas, muy fáciles de repetir. Por lo cual el público o el espectador al entrar en la sala lo reciben de una manera más fácil y consigue una comunicación más fluida.
Jean Claude Cubino comenta que para él lo más importante de todo el espacio público es el espectador y añade que “yo no hago alarde de técnica nunca. De lo que hago alarde es de comunicar cosas que me inquietan y que ellos quieran repetirlo. Es decir, transmitir creatividad», explica.
Uno de los puntos importantes de sui trabajo es que las personas que ven sus exposiciones, sobre todo los niños quieran repetir o que les haya podido transmitir algo. «Un niño entra conmigo en la sala y estas dos semanas trabajando en la cocina cogiendo todas las cosas y haciendo lo que él quiere con todo lo que coge. Lo que intento es que las personas tengan muy en cuenta que tenemos un motor que es la imaginación y que hay que utilizarlo”, concluye.
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