Dos años menos por la violación en el palacete del Paseo de la Estación

La agresión sexual ocurrida en 2020 queda en cinco años frente a los siete iniciales

La Audiencia Provincial de Salamanca ha rebajado en dos años la pena de prisión de un hombre condenado por violar a su expareja en un palacete abandonado de la ciudad.

La conocida popularmente como ley del ‘solo sí es sí’ propició la revisión de la condena por la agresión sexual acontecida en 2020, que pasa de siete a cinco años de cárcel.

El TSJCyL confirmó el pasado año la sentencia emitida en primera instancia, pero la nueva legislación permite ahora la minora en el castigo a petición de la representación legal del reo.

Los hechos se remontan a las 22.30 horas del 23 de octubre de 2020, según recoge la sentencia a la que tuvo acceso Ical, cuando el condenado estaba en un palacete abandonado en la ciudad de Salamanca, donde se hallaba también su expareja.

Pese a tener una orden de alejamiento, se mantuvo allí “con clara intención de faltar al respeto a las resoluciones judiciales y de menoscabar la autoridad judicial”, dado que se había dictado un auto el 10 de julio de ese mismo por el Juzgado de Instrucción número tres de Salamanca por el que ya se le prohibía aproximarse a ella a una distancia inferior a 250 metros.

Además, según la ejecutoria, comenzó a insultar a la mujer y a decir que quería un hijo con ella y que hasta que no lo tuviese no iba a parar.

Según el documento judicial, la arrastró hasta una de las dependencias del lugar, y “con intención manifiesta de satisfacer su libido”, la empujó, la tiró del pelo, la arrojó al suelo, y la quitó los pantalones y la ropa interior.

No cesó en esta conducta pese a la negativa reiterada de de la mujer que llegó a empujarle sin conseguir retirarlo de encima de ella.

Después de estos hechos, él se quedó dormido en el lugar y también ella, según declaró, ante el temor de la reacción del hombre si se atrevía a huir. A la mañana siguiente, cuando el hombre se fue, la víctima aprovechó para acudir al centro asistencial Aapared, donde contó lo sucedido a las trabajadoras.

Acudió más tarde al hospital, donde fue reconocida por el ginecólogo de guardia y el forense, que apreciaron las lesiones derivadas de las agresión. Como consecuencia de estos hechos, el acusado se encuentra desde entonces en prisión.

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