Está en cuarto de Derecho, “a secas. Ni dobles grados, ni nada”. Así responde Mar García-Delgado Lastra, la universitaria salmantina que ha conseguido el premio Cuatrecasas Challenge, que ofrece Cuatrecasas, despacho de abogados líder, con presencia en 13 países y marcada implantación en España, Portugal y América Latina.
Mar García-Delgado tenía muy claro que quería estudiar Derecho. “Quizá porque gran parte de mi familia se dedica al mundo de la abogacía en Salamanca. Pero, quizá también por mi personalidad, que desde pequeña me gusta dar mi punto de vista, discutir, estar ahí de delegada,…”.
Del Derecho, le gusta el fin, las salidas que tiene,… incluso sabiendo que el estudio de la carrera es tedioso y duro. Pero, ella pensaba lo que le permitiría hacer al terminar la carrera. “Por ello, merece la pena”, puntualiza Mar García-Delgado Lastra.
¿Qué quiere decir con ‘merece la pena’?
Me gusta mucho el mundo de las oposiciones, por eso lo de Derecho a secas. Aunque ahora estoy tirando más al ámbito privado. Quizá en un futuro, me plantee estudiar el doble grado. El Derecho puro es insuperable. Lo defiendo muchísimo.
Esta en cuarto. ¿Es lo que se imaginaba al comenzar la carrera?
La verdad es que no, porque me he encontrado con algo mejor.
¿A qué se refiere?
Estudié en un colegio pequeño, me llevaba muy bien con mis compañeros de clase. Llegas a la Universidad y te encuentras con un número muy grande de compañeros. Te preguntas cómo serán, cómo será el ambiente, los profesores,… La verdad es que mi experiencia en la Universidad ha sido maravillosa, con pandemia incluida el primer año, que arruinó bastante esa experiencia. (Risas)
Algo bueno de la pandemia.
Hemos tocado muchísimos más ámbitos de los que uno se espera al iniciar la carrera. El Derecho es tan amplio, más allá del Penal o Civil. La pandemia nos enseñó a adaptarnos. Fue un momento muy duro. A nivel personal, noté que cuando volvimos a clase, teníamos ganas de socializar. Estamos muy unidos, quizá porque habíamos perdido un año. Al menos yo, tenía muchas ganas de conocer a mis compañeros antes de acabar la carrera. A nivel jurídico tuvimos la oportunidad de ver como el Derecho se iba adaptando a las situaciones. Por ejemplo, porque alama y no excepción. Situaciones que nunca se habían dado, las pudimos ver y analizar. Tiene tantos matices…
El Derecho es la vida.
Claro. Desde que naces hasta que mueres estás en constante contacto con el Derecho. No me esperaba la posibilidad de poder ayudar tanto.
¿Sí?
Cuando te hacen algunas preguntas, porque saben que estás estudiando Derecho, aunque sea un mini consejo, te sientes tan bien.
Es una carrera muy de estar en la tierra.
Sí. Todos vamos a necesitar el Derecho en algún momento.
Había un dicho: Toda familia debe tener un abogado, un médico y un funcionario…
Y un delincuente.
(Carcajada)
Aunque solo sea para ver por donde van las artimañas,…
Sí. El crimen va antes que la Ley.
Una curiosidad. ¿Cómo se enteró del premio Cuatrecasas Challenge?
Estaba buscando alternativas de prácticas para el verano y me puse en contacto con despachos de Madrid. Fue el despacho Cuatrecasas el que me informó del concurso que ellos organizaban y en el que podía encajar por mi perfil. Llegó septiembre y el último día, real, mandé el currículum, con cero expectativas, porque era a nivel nacional. Seguí un poco las noticias del despacho y salió bien.
¿Qué llevaba ese currículum?
El currículum tenía el expediente, una carta de motivación y tuve que pasar distintas pruebas.
Muy americano. Al menos lo que pensamos que es americano.
Había pruebas en inglés. Distintas redacciones. Un examen específico del despacho para analizar tus capacidades como abogado,… Una vez que se pasa el periodo de exámenes y pruebas, te van preseleccionando hasta que quedamos 16. En ese momento, entras en el concurso como tal.
Es como una selección laboral.
Sí. De hecho, hay muchas pruebas que también tienen que pasar los abogados para entrar en el despacho, porque son de Cuatrecasas como tal.
¿Todas son del ámbito jurídico?
No. También analizan las capacidades de lógica, de racionamiento, análisis de gráficos, de pistas, que son las mejores. Te ponen muchas trampas en las preguntas para ver si caes. Durante todo este periodo, tenía cero esperanzas de que me seleccionaran. Quizá eso me ayudó a no sentir la presión de estar esperando la carta.
¿Qué pasó cuando entró en el concurso?
Eso ya fue otra cosa distinta.
¿Se preparó como en los concursos de conocimiento de la televisión?
(Risas) Casi. Pregunté a personas que me recomendasen manuales, porque el reto es que te preguntan por la última reforma de la Ley Concursal que salió en septiembre de 2022. Claro, vas a al biblioteca y no hay manuales tan actualizados. Te metes en internet, todo desactualizado. Afortunadamente, conseguí manuales, me metí en las noticias jurídicas de los despachos. Todo esto con mi compañera, sin ella, hubiera sido imposible.
¿Compañera?
Andrea Santamaría, de la Universidad Carlos III. Es otro reto de este concurso. Te ponen un compañero, en mi caso a Andrea, que no conoces de nada. Es aleatorio. Tenemos que trabajar juntos y confiar, porque nos dividimos las preguntas, porque no puedes dedicar el tiempo 100% a todo. Tienes que confiar. He tenido mucha suerte. Somos súper amigas. Estábamos en constante contacto para informarnos de lo que encontrábamos.
Para desempeñar el trabajo de abogado tienes que contar con un equipo.
Sí. Además, en los grandes despachos de abogados hay mucha especialización, pero siempre necesitas a compañeros que están especializados en otras áreas, porque al final una empresa no solo es Mercantil, es Fiscal, es Laboral,…
Ya en Madrid. ¿Cómo ha sido ese primer contacto?
Es un rascacielos. (Risas) No me lo imaginaba así, por la cercanía que mostraron. Nosotros somos todos estudiantes de distintas partes de España. El equipo humano fue muy cercano. Los socios, conocer a otros universitarios, que también tienen la misma ilusión que tú… ¡Es genial!
¿Cuántos han conseguido el premio?
De los 16, nos han dado prácticas a 6.
¿Cuándo empieza?
El Máster, en octubre. Las prácticas, el año próximo.
Una vez que concluya su etapa de formación. ¿Dónde se ve?
Ahora estoy mirando mucho el mundo privado. Me gusta mucho Madrid. Pero, no descarto acabar en Salamanca, para aportar algo de todo lo que he recibido de esta ciudad. Tampoco descarto las oposiciones, porque es una salida alucinante.
¿A qué le gustaría opositar?
Me gusta judicatura y notarías. Pero, hay que ir con la mentalidad preparada. Por ahora, quiero formarme, evolucionar,… y Madrid me da una posibilidad increíble. Son despachos que están formando a las personas, captando talento,… Los primeros años quiero estar ahí, para poder dar más como abogada. Saber ejercer tu carrera, tu profesión,… Te da una perspectiva completamente diferente del Derecho. Meterme de inmediato en las oposiciones, que es una alternativa muy valida y te permite seguir con el ritmo de estudio, acabarías antes, pero te pierdes muchas cosas. Para ponerte a estudiar y encerrarte en casa siempre hay tiempo, para lo otro, no.
Entonces Perry Mason, Atticus Finch o Mar García Delgado…
(Risas) Mar García Delgado. Pero, Atticus me encanta. Es un libro, Matar a un ruiseñor, que me recomendaron en la carrera. Me encantó los valores que enseña. Me gustaría aspirar a eso.