Los escolares de 3º de la ESO de Las Siervas de San José reivindicaron este lunes, 27 de marzo, que la plaza de San Román se convirtiera en un patio de comedias, estuviera limpia y fuera un espacio de encuentros. Para muestra: pequeñas representaciones de El Lazarillo de Tormes por parte del alumnado.
Recordaron, en este día del Teatro al Bretón, del que solo queda el solar. «Queremos que esta plaza sea un espacio de cultura donde estuvo el teatro, a darle a este lugar el valor que se merece, la importancia que tiene para nosotros y para el colegio», explicaron desde las clases de 3º de la ESO de Las Siervas de San José.
Esta plaza fue donada en 1917 por la congregación de Las Siervas de San José a Salamanca. Ni en sus peores pesadillas, las religiosas pensaron en lo que se convertiría hoy en día. Un lugar donde los cada esquina o columna se convierte en un retrete improvisado y el olor a meado forma parte de los aromas que cada mañana tienen que aguantar alumnos, profesores y padres al dejarlos en el centro educativo.
Reivindicaron que una plaza con tanta historia, no puede acabar siendo el estercolero del centro, ni estar tan descuidada. «Nuestra misión es darle visibilidad a esta, nuestra plaza, a su historia y a la importancia que tiene para Las Siervas de San José», expresaron.
Por ello, este lunes han querido ofrecer una representación de fragmentos de El Lazarillo de Tormes y proponer al Ayuntamiento que se acabe con su mal uso y se la trate con respeto y cuidado, como a cualquier plaza con valor histórico.
«Reivindicamos que queremos que vuelva a ser un patio de comedias y queremos que siga entreteniendo a las personas como lo hacía antes», concluyen.
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