Lola Flores hubiera cumplido 100 años este año. Murió hace casi tres décadas. Hay varias generaciones de españoles que no la vieron, pero que conocen muchas de sus expresiones, porque Lola Flores es eterna, única y, aunque el New York Time nunca publicara aquello de: «Ni canta ni baila, pero no se la pierdan». ¡Qué más da! Era una artista de los pies a la cabeza.
Tanto es así, que García Montero, director del Instituto Cervantes, en su discurso den el Congreso Internacional de la Lengua Española, le ha dedicado unas palabras, quizá las más repetidas, a Lola Flores. «Si me queréis ¡Irse!, pidió Lola Flores a las personas que estaban invadiendo y entorpeciendo una celebración de familia -era la boda de su hija Lolita con Guillermo Furiase-. Para celebrar ahora el centenario de su nacimiento, podemos afirmar con rigor de filólogo que las palabras de La Faraona responden a un modo de hablar de la Andalucía occidental en el que el pronombre se, que es un pronombre de tercera persona, se desplaza a la segunda persona”.
Así, sin más, sin despeinarse, La Faraona le roba, sin querer, que ella sabía muy bien estar en su sitio, el protagonismo a la reina Letizia. Puede enseñar la pierna hasta medio muslo o estrenar vestido insulso a su llegada al teatro Falla de la capital gaditana, pero salvo aquella frase que dijo cuando era solo prometida: “Déjame terminar”. Letizia no ha vuelto a protagonizar, hasta hoy, frases que pasarán a la memoria colectiva, como las de Lola Flores.
Aquí, algunas de sus perlas:
¿Sabes por qué yo estoy guapa? Porque el brillo de los ojos no se opera.
Se me ha caído un pendiente. Ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó. Lo dijo durante una actuación en el programa ‘Esta noche fiesta’ de José María Íñigo, el 22 de febrero de 1977.
A lo mejor pido en la caja que me la metan….la bata de cola. Frase, con todos los dobles sentidos que ella imprimía a casi todo, y con la que ironizó en el programa «La Clave», presentado por José Luis Balbín, preguntan el 23 de noviembre de 1984.
Si una peseta me diera cada español, pero no a mí, a donde tienen que darla, quizás saldría de la deuda. Cuando tuvo el problema con Hacienda, en la década de los ochenta.
Quién no se ha dado un pipazo con una amiga. Reivindicando la diversidad en el amor y que cada uno se puede acostar, besar o amar a quién quiera. Esto lo dijo en el documental ‘El coraje de vivir’.