La Justicia ha reabierto el caso por la muerte del expiloto de motos Ángel Nieto, a punto de cumplirse seis años del fatídico accidente. Ahora, hay tres nuevos testimonios y, después de que la familia de Nieto haya recurrido la anterior decisión judicial se ha vuelto a abrir el caso, faltando aún por determinar el grado de responsabilidad de los dos implicados en el siniestro.
El 26 de junio de 2017 Ángel Nieto sufrió un accidente mientras circulaba con su quad por la carretera de Santa Gertrudis, en el municipio de Santa Eulalia (Ibiza). Nieto fue embestido por un Fiat 500 conducido por una mujer de origen alemán y, después de estar varios días en coma inducido, murió el 3 de agosto de ese mismo año.
Tanto Policía como Guardia Civil concluyeron que, si bien la conductora no guardaba una distancia de seguridad suficiente, “la luz de posición trasera y de frenado” del vehículo de Nieto “se encontraban tapadas por el barro, impidiendo la visualización para los demás usuarios de la vía”.
Por su parte, la justicia archivó el caso en diciembre de 2017, considerando que la conductora no había cometido “ninguna infracción penal”, atribuyéndole “una culpa leve”. Además, el auto del juez indicaba que “queda plasmado en el atestado que (Ángel Nieto) claramente no portaba el casco de protección abrochado”. En este sentido, la autopsia indicó que la muerte se había debido a “un traumatismo craneoencefálico”.
Desde la familia de la víctima recurrieron la sentencia, reabriéndose el caso en junio de 2018. Entonces, se imputó a la conductora del coche por homicidio imprudente. En su declaración aseguraba que iba a 30km/h, no vio la luz de frenado del quad y mantenía 3 metros de distancia de seguridad. La familia de Nieto volvió a insistir en que la investigación era incompleta porque no se había tomado declaración a todos los testigos presenciales.
Sin embargo, Belinda Alonso, la que fuera pareja de Nieto, firmó un acuerdo con la compañía aseguradora de la alemana, reconociendo que el expiloto tenía parte de responsabilidad, algo que los demás familiares de la víctima no compartían. Por este acuerdo, Alonso recibió 900.000€. De ellos, 300.000 € fueron para Hugo Nieto, hijo pequeño de Ángel.
Ahora han aparecido tres nuevos testigos del accidente, que además socorrieron al piloto en el lugar. Todos ellos coinciden en que Nieto llevaba el casco desabrochado. No obstante, la primera testigo asegura que ambos vehículos “iban muy juntos” y “a una velocidad excesiva”. Por su parte, el segundo dice que “no iban a mucha velocidad”, mientras que el tercero dice que Ángel Nieto “no llevaba el casco puesto” y no vio “a nadie quitarle el casco”.