Sobrecoge cuando comienza a sonar el Gaudeamus igitur en el Patio de Escuelas. Hasta ahí, la Hermandad Universitaria carga con las imágenes del Cristo de la Luz, una talla de Esteban de Rueda, del siglo SVII, y la Madre de la Sabiduría, cuya autoría se desconoce.
Belleza en la imágenes, en la coreografía de ambas andas, en la fachada rica de la Universidad de Salamanca y en las voces del coro de Cámara del Casino de Salamanca. También acompañaron en el recorrido procesional: Trío Christus y la banda de Música de Piedrahíta.
El himno universitario se pregunta en su segunda estrofa: Ubi sunt qui ante nos in mundo fuere? ?¿Dónde están los que antes que nosotros pasaron por el mundo??. Esta hermandad surgió como respuesta a la vulgaridad que al final de la década de los cuarenta predominaba en la mayoría de las cofradías de Salamanca. Este matiz, huir de la zafiedad, continúa muy presente. Es una impronta muy salmantina la que ofrece este ritual del Martes Santo. La lástima es que el Patio de Escuelas es tan reducido que así es el número de personas que lo pueden vivir en directo.
Y como dijo Unamuno, en su Oda a Salamanca: «En silencio Fray Luis quédose solo/ meditando de Job los infortunios, / o paladeando en oración los dulces nombres de Cristo».
Las imágenes marchan por Libreros, para continúar por Calderón de la Barca, Rúa Antigua, Plaza del Corrillo, Prado, Plaza de Monterrey, Compañía, Rúa Antigua y concluir en la Clerecía.
Imagen. Pablo de la Peña
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