La superficie del parabrisas está expuesta a la nieve, la lluvia, el granizo, las piedras y el polvo durante su uso. Las partículas finas que penetran en el limpiaparabrisas dejan microarañazos en el cristal, lo que provoca que se enturbie. Un mantenimiento incorrecto también puede enturbiar las lunas. Por ejemplo, el uso de productos de limpieza abrasivos, paños secos y ásperos y el uso excesivo de un limpiaparabrisas en invierno. El pulido puede servir para eliminar las imperfecciones y devolver al parabrisas su claridad de seguridad.
Este método es aplicable si la profundidad de las microrrayaduras es de 2 a 4 micras. El método utiliza ruedas de fieltro, así como pastas y polvos abrasivos especiales.
Los daños más profundos pueden repararse lijando, pero esto elimina una capa más gruesa y reduce la resistencia del vidrio, tanto triplex como templado. Esto puede provocar la destrucción de la luna en el uso posterior del vehículo.
Además, tras el esmerilado se forman inevitablemente irregularidades ópticas en la superficie del cristal, que se convierte en una «lente» con dioptrías. La distorsión óptica resultante impide al conductor observar la carretera por delante.
En los talleres especializados, el pulido del parabrisas suele durar entre 2 y 3 horas. El coste del trabajo depende del tamaño y la profundidad del daño, así como de la clase y la marca del coche. En cualquier caso, costará menos que la sustitución. Las lunas y otros recambios de coche son más fáciles de encontrar en Internet.
Para que pulir su parabrisas de arañazos sea necesario con la menor frecuencia posible:
- Utilice detergentes especiales y paños suaves;
- No sobrepase el límite de velocidad: cuanto mayor sea la velocidad, más probabilidades hay de rayar el parabrisas;
Elija escobillas de alta calidad: los revestimientos de goma rígidos pueden dejar marcas inconfundibles en la superficie del cristal. Sustituya las escobillas en cuanto detecte los primeros signos de deterioro.