Una salmantina tuvo la sangre fría de no perder los nervios cuando cuatro georgianos, pertenecientes a una banda organizada, entraron en su casa, ella estaba durmiendo y se despertó con el ruido, pero no dio señales de que los había sorprendido. Al irse, llamó a la policía, que los encontró agazapados en la escalera de la azotea.
Los hechos ocurrieron en la madrugada de este fin de semana, cuando los detenidos accedieron a una vivienda en la que se encontraba durmiendo la dueña, la cual se despertó por los ruidos, avisó a la Policía Nacional una vez que los autores habían abandonado el piso.
Instantes después se personaron en el lugar los agentes. Además, otros policías localizaron en la escalera que da a la azotea del edificio a los cuatro hombres, que trataron de huir, presentando resistencia y enfrentándose con violencia a los agentes haciendo caso omiso a sus indicaciones, logrando tras un forcejeo la detención de los cuatro.
Se les intervienen catorce ganzúas, una linterna con batería externa, varios pañuelos de colores, una cartera. quinientos cuarenta euros (540 €) en billetes, ciento sesenta y cuatro dólares en billetes (164 dólares) y diez rand sudafricano en un billete (10 rand sudafricano). Localizando los agentes en el rellano de la escalera un trozo de plástico, un trozo de algodón humedecido.
A los detenidos le constan detenciones anteriores por hechos similares, los cueles una vez finalizadas las gestiones en dependencias policiales han sido puestos a disposición judicial con la remisión de todo lo actuado.
Esta detención fue posible por la coordinación de los agentes de la Policía Nacional y Local para prevenir el robo en viviendas, identificaron y detuvieron a cuatro georgianos.
Los cuatro hombres portaban útiles susceptibles para cometer robos en domicilios como ganzúas, así como testigos de plásticos y otros efectos para marcar las viviendas y posteriormente asegurarse de que éstas se encuentran vacías en el momento de acceder y registrarlas para apoderarse de efectos, normalmente joyas y dinero.
No han sido los primeros, desde el mes de agosto, los policías han detenido a nueve personas pertenecientes a grupos dedicados a perpetrar robos en domicilios, a los cuales también se les intervienen útiles para cometer este tipo de hechos.
Modus operendi
Acceden a las viviendas previamente marcadas y en las que comprueban que no hay moradores al permanecer los testigos en el lugar que han colocado, utilizando métodos que no dañan, ni dejan signos visibles de manipulación en las cerraduras, no causando apenas ruido. Y suelen actuar en horario nocturno, tanto para marcar las puertas de los pisos como para cometer los hechos.
Los autores se desplazan a las ciudades en las que cometen los hechos durante espacios cortos de tiempo, abandonándolas después de cometerlos.
Se trata de grupos especializados y perfectamente organizados, en los que cada uno de ellos tiene su función establecida previamente. Unos realizan labores de vigilancia en los domicilios previas al marcado de las puertas con los testigos. Y una vez comprobado que no hay nadie en el interior, otros miembros acceden a la vivienda y cometen el hecho con total tranquilidad, entregando una vez finalizado el registro todos los efectos a otro miembro de la organización que será el encargado de recepcionarlos, con el fin de darle salida rápidamente y no ser recuperados en el caso de que los ejecutores materiales puedan ser localizados y detenidos por fuerzas policiales.
Alguno de los integrantes del grupo realiza labores de vigilancia en el exterior mientras otros cometen el hecho, con el fin de avisar en caso de que algo vaya mal, y así asegurar la huida.
Nunca facilitan su lugar de residencia y suelen permanecer en nuestro país periodos de dos o tres meses desde su entrada, regresando a su país para al poco tiempo volver con el mismo fin.
En el caso de ser expulsados a su país, una vez allí se cambian la identidad y regresan a España con esa nueva documentación.