“Hay que involucrar a los ciudadanos con su patrimonio”

Jesús Málaga, ex alcalde de Salamanca, Pedro Pérez Castro, director del Museo Casa Lis, y Elvira Sánchez, arqueóloga dialogaron con José Luis Mateos, candidato socialista a la alcaldía de Salamanca en el auditorio de San Blas, que congregó a decenas de personas interesadas en conocer las propuestas sobre cultura, patrimonio y la riqueza que pueden traer para Salamanca, siendo ésta una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, por lo tanto, no es de los salmantinos, son los ciudadanos del mundo sus propietarios.

Jesús Málaga puso en valor sus años de alcaldía y compartió que seguían estando en vigor aquello que hizo que Salamanca consiguiera el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad. “Aquí tenemos un yacimiento de riqueza y si se sabe explotar podremos atajar la despoblación que sufre Salamanca y por lo tanto, paliar el envejecimiento”, subrayó el ex alcalde de Salamanca.

Las propuestas de Málaga, que tan buen resultado le dieron a sus gobierno municipales, cuando Salamanca llegó a tener hasta 182.000 habitantes, ahora anda por los 143.000, ponen en valor que hay que dejar de ser una ciudad de monumentos, a una ciudad monumental. «Para ello, hay que trabajar mucho, cuidar lo que tenemos y recuperar lo que hemos perdidos. Empezando por el colegio de Pan y Carbón, que fue el colegio mayor más antiguo de la ciudad”.

Aquí entraría lo de salvar un monumento cada año. No se podrá recuperar lo perdido, pero sí que se puede señalar dónde estuvieron y la importancia que tuvieron para la ciudad en su momento. Se pueden organizar rutas de arquitectura, de medina, de literatura,… Todo ello está en Salamanca.

“Entonces montamos una comisión y fue todo un éxito, cada una de las administraciones cumplió, porque se definió como queríamos que fuera Salamanca. Tenemos la experiencia y las herramientas, pongámoslo en valor y en práctica”, señaló Jesús Málaga.

Por su parte, Pedro Pérez Castro, director del museo Casa Lis, recordó que a comienzo de los ochenta se para toda la especulación de los años setenta y en Salamanca se empieza a trabajar con metodología- Así fue posible hacer todo lo que consiguió la ciudad en la década de los ochenta.

Entre otras cosas, en 1988, Salamanca entró a formar parte de las ciudades Patrimonio de la Humanidad. “Esto significa que los propietarios son los ciudadanos del mundo”, matizó Pérez Castro.

El director de la Casa Lis apuntó que el futuro está por hacer. “La Unesco insiste en la participación ciudadana. Es la clave de todo. Los poderes públicos no han hecho el suficiente hincapié, porque si se pide que los ciudadanos colaboren habrá reivindicaciones y eso molesta. Pero, esa es la clave”, puntualizó.

Para Pérez Castro, el éxito a largo plazo de la protección del patrimonio está relacionada con la involucración de los ciudadanos. “Así defenderán lo que consideran suyo, lo que es suyo, su patrimonio”.

Lo que puede hacer un Ayuntamiento socialista es la creación y formación de escuelas a favor del patrimonio. “Los cuidamos reciben información sobre su patrimonio y su ciudad, así el patrimonio no se devaluará”, matizó.

Asimismo, Elvira Sánchez, arqueóloga, ironizó con que ella trabaja con el pasado, pero vive en el presente y le preocupa el futuro. “Tenemos una ciudad única, pero hay que cuidarla. No solo el corazón de la ciudad, me preocupan los barrios, porque cada uno tiene su idiosincrasia, su entidad”, señaló.

Sánchez puso en valor el barrio del Oeste, la Vega, Pizarrales o Garrido. Todos ellos con sus singularidades son muy ricos, porque le dan valor al conjunto de la ciudad.

El patrimonio y la cultura son una fuente de economía y Salamanca tiene mucho de ambos.