Ana Suárez presentó este sábado su candidatura oficial a la Alcaldía de Salamanca por Ciudadanos de cara a las próximas elecciones municipales del 28 de mayo “desde la lealtad absoluta” hacia los vecinos de la ciudad. Consciente de que “se han acabado los tiempos de las mayorías absolutas”, Suárez apostó por llegar a acuerdos de los cuales puedan beneficiarse los habitantes de la capital charra, pero, sobre todo, ella, que aspira a revalidar su acta de concejal y que se a necesaria para que el PP siga gobernando, a cambio de un dedicación exclusiva, con sus 69.000 euros anuales de sueldo, como en la actual legislatura.
De momento, solo se sabe que va ella, porque la lista se conocerá en los próximos días. No obstante, las encuestas mas optimistas les otorgan un conejal, pero eso está por ver el 28 de mayo.
Arropada por alrededor de una treintena de militantes, entre los que se encontraba el coordinador autonómico de Ciudadanos en Castilla y León, Manuel Hernández, la actual teniente de alcalde y concejala de Familia e Igualdad de oportunidades del Consistorio salmantino mostró el proyecto en pro de la ciudad para los próximos comicios, entre “vergüenza” y “nervios” reconocidos. “Pero eso es el valor añadido de los que ostentamos un cargo en Ciudadanos”, reconoció, alegando que son “profesionales de nuestro ámbito” y que, en un momento de “locura transitoria”, han conseguido aplicarlo al ser común, informa Ical.
“Es difícil, es un reto, y había opciones mucho más cómodas”, afirmó Suárez. Opciones como buscar un hueco en otros partidos (qué más hubiera querido ella) u olvidarse del proyecto, como si lo tuviera más allá de su sueldo, “pero muchos entendemos que no es lo que tenemos que hacer”. Apostando por eliminar las posibles derivas que pudieran existir, consideró que el proyecto político continúa siendo el único que “huye de los extremos y que pone sentido común”.
Suárez se apoyó en la gestión llevada a cabo durante los últimos cuatro años en el Ayuntamiento de Salamanca, en coalición con el Partido Popular, para demostrar que la experiencia adquirida será lo que les permita gobernar en la capital del Tormes. “Hemos hecho un máster acelerado con la pandemia”, matizó, añadiendo que durante la última legislatura han demostrado que “podemos hacerlo en consenso, dialogando con otras fuerzas políticas, y desde la lealtad absoluta para los salmantinos”.
Asimismo, mostró su temor ante la posible entrada de Vox en el Consistorio. “Estamos teniendo ejemplos muy cercanos de lo que ocurre cuando partidos extremos entran en el gobierno, y no queremos que eso suceda en Salamanca”, aseguró contundente. Por ello, la formación naranja se presentó como alternativa ante las “opciones fáciles” y ofreciendo un trabajo que beneficie a las familias y a todos los ciudadanos de la capital.
Por su parte, Manuel Hernández mostró su apoyo a la candidata como ejemplo de los valores de la formación, y que aseguró que durante la legislatura en coalición demostró, junto a sus compañeros, “que han venido a trabajar por los demás”. “Valores que ni se compran ni se venden”, señaló, afirmando que desde esta “opción moderada” estos “quijotes”, como denominó a sus compañeros de filas, trabajarán “con cualquiera para sacar lo mejor de todos”.
“Somos una opción moderada, a tener en cuenta, que puede dialogar con todo el mundo y llegar a acuerdos con cualquiera que esté dispuesto y con los proyectos para mejorar la provincia y la capital de Salamanca”, aseguró Hernández. Reconoció que los últimos años fueron duros y afirmó tener proyectos para mejorar el futuro de la ciudad con valores “inquebrantables”.
Después de cuatro años en el Gobierno local, Ana Suárez afirmó tener aún “en la cabeza un proyecto de ciudad”. Por ello, presentó su candidatura como una opción para tener una capital “aún más bella”, en la que la cultura será “seña de identidad total y absoluta” para que Salamanca pueda ser “puntera a nivel mundial”. Además, apostó por la innovación “que es la única que nos puede permitir llegar a esos objetivos de la Agenda 2030”, y por el empleo, para crear oportunidades apoyando a las empresas y a los emprendedores. Un punto que, reconoció, irá en los programas de todas las formaciones, pero que “nosotros sí sabemos hacerlo de verdad”.
Además, presentó Salamanca como una ciudad donde tanto los jóvenes como los mayores puedan tener “un proyecto de vida, disfrutar y encontrar todo lo que necesitan”, algo que se consigue con “trabajo, esfuerzo, diálogo y consenso”. Con ilusión, apostó por que no cree que “haya nadie que pueda pensar que haya algo mejor que ser alcaldesa en el Ayuntamiento de Salamanca”.
4 comentarios en «Ana Suárez aspira a repetir como edil con 69.000 € de sueldo»
Ya traicionó a quienes les prestamos nuestro voto para que Salamanca pudiera cambiar. Ahora, cuando se le han visto las costuras, nos lo pide otra vez para seguir cobrando un sueldo que nadie tiene en esta ciudad de caciques y pringaos. Que no se preocupe que puede organizar una empresa de eventos con los hermanisimos Castaño y seguro que tendrán negocio con los jeques árabes.
Con los Castaño no creo porque no se habla con ninguno, los ha traicionado a los dos, como ha hecho con todos los que fueron en la lista de las anteriores elecciones. No se habla con ninguno de los que han sido concejales con ella… solo quiere seguir en el momio a costa de quien sea
al fin as hablado muy claro lo que me importa es el sueldo lo demas que el que lo necesite que lo busque oley OLE
La conocí en detalle dentro del partido. Persona vaga e interesada solo va allí donde puede sacar algo y no iba a reuniones a la que estaba convocada. Esta leonesa afincada en Salamnca sin trabajo conocido antes de la política solo emite vacuidades que asustan de su falta de profundidad. Si solo busca dinero y no aporta un pimiento, está deseando que la admitan en el PP al que corteja sin rubor. Y es mas mala que la sarna, como le quites el pan del que come muerde. Hace unos meses la vi tarde saliendo del ayuntamiento se llevaba a su casa las sobras de uno de esos muchos cócteles que dan seguramente para cenar con su perro y regalarle algo a su ex con el que antes seguía viviendo porque no podía pagarse una casa sola