Salamanca se ha convertido en uno de los destinos preferidos para hacer las despedidas de solteros. Tanto ellos como ellas optan por la ciudad del Tormes “por resultar más barata que otros lugares, así como por su ambiente joven, ideal para salir de fiesta, y su situación céntrica en España”, reconocen desde Scapadas, aclarando que “las competidoras” de Salamanca en este mercado son Benidorm, Gijón, Sevilla y Santiago de Compostela.
Los meses de “temporada alta de despedidas” son los de primavera, entre abril y junio. Si bien, también son bastante frecuentes en marzo y julio. Las fuentes del sector consultadas por La Crónica de Salamanca cifran el número anual de despedidas en Salamanca entre unas 200 y 300, y consideran que son bastantes menos que antes de la pandemia, ya que “se podían hacer fácilmente unas 400 al año”.
Aunque los solteros y sus amigos vienen desde toda España, los lugares de procedencia más comunes son las comunidades más cercanas, como Extremadura y Madrid. También hay muchos que acuden desde el País Vasco, Cantabria o Cataluña.
El coste de organizar un evento de este tipo “varía mucho dependiendo del número de personas y lo que contraten. Ya que algunos optan solo por alojamiento y otros incluyen comidas, cenas, o actividades como paintball, capeas, humor amarillo, etc.”, explican desde Salamarcha. No obstante, en DespedidasBig aclaran que “pueden ir desde los 25€ por persona hasta unos 120€ para aquellos que quieren hacer de todo”.
Otra cuestión importante es el dinero que dejan en la ciudad, más allá de lo que gastan en la despedida en sí. En este sentido, Scapadas calcula que “cada cliente se deja unos 200€ en todo el consumo, incluyendo además de la despedida, otros gastos como salir de fiesta, compras, por ejemplo, de embutido, etc.”. “Al final, vienen a gastar dinero”.
Pese a que tradicionalmente eran más habituales las despedidas de soltero frente a las de solteras, a día de hoy el número es similar. “Un fin de semana puede haber más chicas y otro, más chicos”, señalan en DespedidasBig, recalcando que “cada vez hay más despedidas mixtas, con los novios juntos. Ya se terminó eso de sólo los amigos o sólo las amigas”.
Altercados
Desde diferentes ámbitos consideran que las despedidas de solteros dañan la imagen de Salamanca. Las propias empresas que organizan estos eventos también reconocen que “algunos casos” sí pueden provocar ese daño. No obstante, “el problema son los grupos que no van organizados, que sólo cogen alojamiento y están todo el día por la ciudad dando guerra y bebiendo”, insisten en Scapadas.
Además, aclaran que “estos grupos cada vez son menos” e indican que “muchos ya optan por venir organizados y hacer actividades, como capeas, humor amarillo, paintball… además de las comidas y cenas. Todo ese tiempo que están en las actividades, no están metidos en el bar bebiendo, y eso se nota”. “A nosotros nos llaman grupos que sólo quieren alojamiento y no se lo vendemos. Preferimos que se quede vacío a que vengan solo a beber y a hacer el turismo que nadie quiere”, añaden.
Por su parte, en DespedidasBig matizan que esta cuestión “depende del comportamiento de cada uno. Porque cualquier turista puede comportarse de mala manera y dañar igualmente la imagen de la ciudad. Cualquiera puede venir a desfasar”. Pese a ello, sí lamentan que “aunque en muchas despedidas se busque conocer la ciudad o hacer actividades, otras sólo van a la fiesta”.
Hostelería
Desde el sector hostelero, su presidente Jorge Carlos Moro califica estos eventos como “un tipo de ocio que no nos convence mucho” y reconoce que “dañan la imagen de Salamanca” y “no es el que más nos conviene, porque hay despedidas bastante polémicas y problemáticas, muchos van borrachos y se preparan conflictos tremendos. Muchos vienen a liarla parda”.
Sin embargo, matiza que “hay despedidas y despedidas” e insiste en que “nosotros estamos de acuerdo con las normales, en las que todos van cívicamente”. “Pero todas las que vienen con la idea de prepararla ‘porque aquí no me conoce nadie’, no nos gustan”, concluye.
