Rodrigo Díaz expone en la galería Luis Méndez Artesanos su última etapa en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, buscando reflejar de manera resumida la evolución pictórica que desarrolló durante esos años, con el objetivo de explicar esas mismas retóricas, así como el proceso de depuración que ha experimentado, no sólo en términos de resultado sino también de ejecución formal.
Por. Alberto Gutiérrez Paniagua
El génesis de la misma se basa en sus planteamientos de corte figurativo, con una plástica quizás más academicista, que cabría relacionar con tendencias de corte postimpresionista y, más tarde, expresionista. Estos primeros bodegones se plantean como ejercicios, cuyo objeto a representar sirven meramente de excusa sobre la que desarrollar diferentes juegos pictóricos.
Progresivamente, el artista ha ido adquiriendo una línea de trabajo cada vez más libre en términos de expresividad, aunque sin abandonar la observación y la experimentación como pilares fundamentales de su enfoque. El interés por el aspecto matérico es también una constante que ha ido en aumento hasta convertirse en el tema principal del cuadro.
La pintura de Rodrigo Díaz es, ante todo, una experiencia íntima, acogedora en su espacialidad, que busca recrearse en los pequeños elementos para encontrar una comunicación sin retóricas sobrecargadas, evitando falsas elocuencias para aprender a observar los elementos cotidianos bajo perspectivas más sensibles y enriquecedoras.
La muestra de Rodrigo Díaz se podrá visitar desde este 21 de abril hasta el 17 de julio
Horario:
De lunes a sábado: 10:30 – 14:00h / 17:00 – 20:30h
Domingos: 10:30 – 14:30h
La exposición está comisionada por Ricardo G. Núñez.
