Juan Francisco Bautista, diputado por la comarca de Vitigudino llevará al pleno de la Diputación la propuesta de instar a la Junta de Castilla y León a que agilice y priorice los pagos pendientes a aquellos jóvenes agricultores y primeras incorporaciones que tiene pendiente. Además, a que cumpla los plazos de abono de primera incorporación a la actividad agraria a aquellos jóvenes que tengan concedida dicha autorización.
El razonamiento que esgrime el diputado de la comarca de Vitigudino es que es complicado que los jóvenes se incorporen a la actividad agraria y ganadera en los tiempos que por las exigencias burocráticas y por las exigencias medioambientales, en definitiva por toda la burocracia de obligado cumplimiento necesaria para la incorporación de un joven agricultor.
A ello hay que sumar la escasa rentabilidad que las explotaciones agrarias y ganaderas tienen hoy en día, el tiempo necesario para hacerlas viables que obliga muchas veces a no tener días libres ni festivos. Por no mencionar la climatología adversa y descontrolada, por el cambio climático, que año sí y año también hay que sufrir en las explotaciones agrícolas y ganaderas.
La incorporación de un joven agricultor conlleva una importantísima inversión imposible de obtener o de poseer por una persona joven salvo que sea una explotación heredada o ya puesta en activo por abuelos, padres, familiares, etc.
Por otra parte, aquellos jóvenes que puedan disponer del efectivo suficiente para semejante inversión prefieren emplearlo en otro tipo de negocio, actividad, etc. “Muchos en sus mismas circunstancias lo haríamos de esta segunda manera”, puntualiza Bautista.
Por otra parte, los fondos europeos tampoco colaboran y ayudan de forma efectiva a que un joven inicie la actividad agrario ganadera. “Cierto es que hay ayudas para la primera instalación de un joven que nunca cubren las exigencias inversoras en ganadería, instalaciones, maquinaria y demás equipamiento”, matiza el diputado de la comarca de Vitiguino.
Desde la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León estas ayudas y estos incentivos a la incorporación de los jóvenes a la actividad agraria o ganadera se han ofrecido, publicitado y a menudo se ofertan como una de las medidas más eficientes de la lucha contra la despoblación en el medio rural y de la lucha contra el abandono de la actividad agraria y ganadera.
“Ahora bien, estas ayudas e incentivos a la incorporación no siempre llevan aparejados los plazos de pago y las promesas en incentivos que desde la administración y ente caso la Junta se les ofrece a los jóvenes para animarles a la incorporación. De hecho los atrasos en el cumplimiento de los pagos por parte de la Junta, las pegas burocráticas a la hora de hacer dichos pagos, las continuas inspecciones y comprobaciones que sufren aquellas explotaciones de jóvenes que se incorporan a la actividad agraria, bastarían por sí mismas para desanimar a cualquiera”, concluye Juan Francisco Bautista.