El hijo de uno de los impulsores de la creación de la Reserva y el Parque Nacional de Doñana, Federico Valverde, y el presidente del Consejo de Participación de Doñana, Miguel Delibes de Castro, coincidieron este viernes en Valladolid que una de las soluciones a este espacio pasa por frenar las extracciones de agua y no abrir nuevos pozos. No en vano, ambos subrayaron que Doñana “se seca”.
ICAL. Con motivo de su participación en un encuentro con jóvenes para celebrar el Día de la Tierra, organizado por Pajarillos Educa, Valverde y Delibes reclamaron evitar la “presión” de Doñana, que sufre, al igual que otros partes del país, la escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas.
Federico Valverde aseguró, pese a reconocer que no es un técnico de aguas, que legalizar nuevos pozos, tal y como pretende la Junta de Andalucía, no es una decisión adecuada al considerar que no se puede seguir “presionando” la zona. “No soy técnico de aguas, pero no me parece que legalizar nuevos pozos sea la condición adecuada. Sé que no se puede seguir presionando a Doñana. Hay que buscar soluciones para evitar abrir nuevos pozos y presionar Doñana, añadió.
Preguntado por la proposición de ley de PP y Vox para regularizar regadíos en el entorno de este enclave natural, precisó que desde que se hizo Doñana es un instrumento político al ser un Patrimonio de la Humanidad. “Todo se politiza en las elecciones pero no debemos ver la parte política sino pensar que es un patrimonio que hay que conservar”, sentenció. En este sentido, precisó que importa “poco” quien lleve a cabo esta conservación mientras se lleve a cabo. De ahí que hiciera un llamamiento a las nuevas generaciones para que se conciencien de lo que hay que hacer en el futuro, que es salvar Doñana, al igual que hay que proteger los humedales y otros lugares de gran interés.
El científico del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), apostó, según recogió la Agencia Ical, por dar soluciones al problema. “Si las dan los políticos, que es a quien corresponde, fenomenal, pero si las damos todos por que forzamos a los políticos a tomar la dirección correcta, también”, señaló. De ahí que considerara positivo que los técnicos asesoren a los políticos y trasladar el conocimiento científico de que Doñana se seca. “Me críe en Doñana y la he visto con mucho más agua. Ahora, se secan las lagunas y se transforma el entorno que eran cítricos y bosques de pinos y eucaliptos en regadíos, campos de fresa y frutos seco”, recordó.
En cuanto a las medidas a adoptar, declaró, por ejemplo, tomar como referencia un estudio que apoyaba la Diputación de Huelva, los ayuntamientos, la comarca de regadíos y el Sistema de Aguas del Guadalquivir, que planteaba trasvases de agua, además de controlar los pozos legales y ver la presión que soportaba el acuífero de Doñana. “Esto parece un punto de partida por que esas medidas se tomaron con consenso y que contaba con el respaldo de la Unión Europea”, aseveró.
Antes de participar en un encuentro con otros biólogos y naturalistas, Delibes de Castro recordó que la vegetación y las lagunas dependen del agua subterránea, que a su vez obedece a las precipitaciones y las extracciones para abastecer los pueblos y las urbanizaciones de la zona y para el regadío. “Cuando se juntan todos los males, por la escasez de lluvias, Doñana se seca y ahora, llevamos diez años, con muy poca lluvia y el entorno está cambiando de forma muy dramática”, alertó. No en vano, precisó que las lagunas se convierten en bosques.
A juicio del director de la Estación Biológica de Doñana entre 1988 y 1996, la manera de revertir “algo” esta situación pasa por recuperar los acuíferos subterráneos, aunque también es necesario adoptar otras medidas. “Si cada año, llueve menos y hace más calor, Doñana se irá secando aunque no se extraiga agua. Pero si se eliminan las extracciones, hay más posibilidades de revertirlo”, concluyó.