Viernes en Salamanca, llueve y el agua corre por la Cuesta de la Raqueta y la Gran Vía: pan y hierba y leche p’a la cuerna dice uno de la Provincia al pararse en un semáforo en rojo.
Encaminados al gran Café Centenera invitados por una banda de jazz de la Extremadura Leonesa, unos de Cáceres, otros de Salamanca, se mueven por la Ruta de la Plata como pez en el agua.
Si al comenzar a tocar los Berzosax Ensemble el ambiente era alegre y divertido, un poco más adelante invitaron a la gran Laura Crimson a cantar un par de piezas y, el problema era otro ya que salir era casi imposible.
Un par de americanas que allí aplaudían a rabiar decían: esto parece Sant Louis.
Y con muchos esfuerzos, y un par de horas de música escuchable y bailable y muchos aplausos y peticiones de otra y otra y otra, logramos poner nuestros pies en los soportes de la Gran Vía esperando entrar.
Y, seguía lloviendo, ya saben, marzo airoso, abril lluvioso, sacan a Mayo florido y hermoso.
Gran mes turístico de abril en Salamanca y aún será mejor mayo, junio y julio con una cosecha que nos devolverá el brillo de Castilla y León, granero de España y Europa.
Salamanca recupera tono a pesar de que las autoridades siguen en huelga de brazos cruzados.
Por. José Luis Salamanca.