De unos años hacia acá, multitud de bienes y servicios han experimentado importantes subidas en sus precios, pasando de ser relativamente asequibles para el común de la población, hasta convertirse en ‘bienes de lujo’. De ellas, una decena son los más sonados.
- Conciertos. Las entradas de los conciertos han incrementado su precio notablemente en los últimos años. De esta manera, actualmente no es extraño que algunas de ellas superen los 100€.
- Másters universitarios. Pese a que nunca han sido baratos, a día de hoy la media española está en los 5.000€ por cada máster. Esto nos convierte en uno de los países europeos más caros para cursar este tipo de estudios.
- Vuelos. Los vuelos de avión han incrementado su precio considerablemente sobre todo tras la pandemia. Las principales cuestiones que han llevado a este escenario son la reducción de la oferta, el aumento de la demanda y la subida del precio de los combustibles.
- Servicios de streaming. Actualmente es mucho más caro para el público disfrutar de este tipo de servicios en comparación con varios años atrás. Uno de los ejemplos más claros es el de Netflix, que además de subir las cuotas ya no permite compartir cuenta entre sus usuarios.
- Móviles. Los teléfonos móviles también han experimentado importantes subidas. Hace unos años eran productos relativamente asequibles, mientras que ahora hay que desembolsar varios cientos de euros para comprar un smartphone de gama media, mientras que los de gama alta incluso superan los 1.000€.
- Productos para bebés. Pese a que la gran mayoría de los artículos para bebés han subido de precio, los de higiene infantil, así como los de lactancia son los que han experimentado un encarecimiento más notable.
- Vivienda. La compra de una casa siempre ha requerido una cantidad importante de fondos. Sin embargo, hace apenas dos décadas, los compradores no necesitaban endeudarse tantos años como en la actualidad.
- Electricidad. En los últimos años, el precio de la electricidad ha alcanzado cifras récord por multitud de factores. Entre ellos destacan la creciente demanda, así como los encarecimientos del gas o el petróleo.
- Coches de alquiler. El encarecimiento de este servicio se debe especialmente al parón del turismo con motivo de la pandemia. En aquel momento, muchas de las empresas se vieron obligadas a reducir sus flotas, por lo que ahora la oferta es menor. La escasez de chips para la construcción de automóviles también ha influido.
- Hoteles. Después de la pandemia, la demanda se ha disparado, al igual que han hecho los costes para estos establecimientos, que son repercutidos a los clientes en la factura final.
