«Le metió un disparo en el cuello, otro en la cabeza y se le saltaron los sesos»

La viuda de El Chispi narra cómo fue el asesinato
María Teresa, viuda de El Chispi, abajo a la izquierda, durante su declaración.

La viuda de ‘El Chispi’, joven asesinado a tiros el 29 de enero de 2020 en el barrio San José de Salamanca, señaló este martes a ‘El Vinas’, uno de los dos acusados de abrir fuego contra su marido, de ser el otro pistolero que acabó con su vida aquella mañana. Ella iba a su lado cuando lo mataron.

J.M.A. / Ical.- De esta forma, la principal testigo de lo ocurrido, bajo juramento de decir verdad, se alinea con la tesis del Ministerio Fiscal y apunta al padre de ‘El Pepón’, difunto autor confeso del crimen, quien reconoció su autoría en una carta antes de quitarse la vida en la cárcel palentina de Dueñas, exculpando además a su progenitor y señalando a ‘El Rafi’, el otro acusado.

La pareja de la víctima reconoció en sede judicial que la relación entre su marido y ‘El Pepón’ era buena hasta que éste le disparó el 12 de octubre de 2019 “a cuenta de que tuvo un puterío, por decirlo así, con la mujer de un primo hermano de él”.

Tras el violento episodio que acabó con una bala en el glúteo de la víctima, fueron a denunciar porque “las amenazas eran diarias”. “Se metió la etnia gitana a hacer sus leyes, con la condición de que nosotros teníamos que quitar la denuncia”, declaró.

Según la testigo, el acuerdo alcanzado en el seno de la ‘ley gitana’ implicaba que de la oficina del Ecyl de San José hacia la parte antigua era “territorio de ‘El Pepón’ y, desde ese punto hacia el centro de salud, terreno para que su marido pudiera moverse en ‘libertad’. “Si ‘El Pepón’ tenía que ir al centro de salud, tenía que llamar a un gitano encargado de avisar para que no fuéramos nosotros” matizó a preguntas del fiscal.

Así las cosas, el 29 de enero a las 12.45 horas la mujer tenía cita en el centro de salud para administrarle la vacuna de los once meses a su hija. Llegó con su marido en un taxi desde el centro y, al entrar, se cruzaron con ‘La Samira’, novia de ‘El Pepón’ y encausada como cómplice o encubridora. “Se puso blanca, salió escribiendo por el móvil, volvió a entrar, salió otra vez y no la vi más”, apostilló.

A los diez minutos su marido salió del centro de salud “a pillar porros”. Mientras él estaba fuera, según su mujer, quien entró fue ‘La Rocío’, también encausada y en prisión preventiva desde hace tres años, como encubridora o cómplice. “Llegó como fatigada, estuvo mirando y se salió”, manifestó ante la sala, en presencia del jurado popular determinado a dictaminar el sentido del veredicto tras la representación de los.

Cuando ‘El Chispi’ regresó le espetó a su mujer: “Acabo de ver a esos dos maricones”. La viuda dejó claro que se refería ‘El Pepón’ y a ‘El Rafi’, no a ‘El Vinas. Posteriormente, salieron del centro de salud. Él con la niña en brazos, que estaba llorando después del pinchazo, y ella con el carrito. Iban “hablando tranquilamente” y giraron hacia la derecha orientados hacia su domicilio, ubicado en la calle Maestro Lidón.

“En ese momento, aparecen dos personas, una encañonándome a mí, que yo iba a la derecha, y la otra encañonándole a él. Los dos iban de negro. ‘El Pepón’, a cara descubierta pero con la capucha, la otra persona iba tapada con braga y gorro. Me tiro hacia Sinforiano (‘El Pepón’) y mi marido se pone a mi hija en el pecho y echa a correr. Le oigo gritar ‘mi hija’. El otro le dispara y cae redondo. Después, están yendo hacia atrás, pero se miran, se dicen algo y vuelven. Sinforiano le mete un disparo en el cuello y el otro en la cabeza. Y se le saltan los sesos. De película. Después, la otra persona me puso la pistola en la cabeza”, relató sobre el momento en que se cometieron los hechos.

Sobre la huida, cuenta cómo recuperó a su hija tras caer junto a su padre y ubica a ‘El Vinas’ en el interior del vehículo. “Echan a correr. Yo me quedo sujetándole los sesos a mi marido. Veo un coche, y me parece ver la cara de Cristóbal en el coche. Luego, saco a mi hija de al lado de la rueda de un coche ensangrentada, sin saber si estaba viva o muerta, y pensando en todo momento que mi marido estaba vivo”, relató ante jurado.

El Ministerio Fiscal pasó entonces a tratar de esclarecer, con sus preguntas, la identificación del otro actuante. “Ahora mismo creo que es Cristóbal (‘El Vinas’), todo apunta a Cristóbal”, mencionó, aunque, en sus dos primeras declaraciones, en caliente, una el mismo día y otra la jornada posterior, a quien señaló fue a ‘El Rafi’. “Me obsesiono y digo que estoy prácticamente segura de que es Rafael. Ante el juez, más tarde, me ratifico. Hoy, estoy segura de que era Cristóbal. Yo lo miré y, a mí, el cuerpo no me pareció el de Cristóbal en ese momento, pero han pasado tres años y ahora creo que fue Cristóbal”, apuntó.

Más tarde, en el turno de preguntas de su abogado, quien ejerce la acusación particular, logró identificar una parte de uno de los dos revólveres supuestamente utilizados en el asesinato, en concreto, la parte negra de uno de los cañones. Finalmente, se enzarzó en una disputa con el abogado defensor de ‘El Vinas’ quien trató de incidir en el cambio de parecer sobre la identificación del segundo pistolero con el paso del tiempo.

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