Agnés Lassalle conocía muy bien Salamanca. Llevaba muchos años viniendo con sus alumnos a curso de español al colegio Delibes. En febrero, la profesora Agnés Lassalle fue asesinada por uno de sus alumnos. Este miércoles, la Plaza Mayor, ese lugar que en tantas y tantas ocasiones visitó, cruzó y disfrutó, sirvió como escenario para rendirle un homenaje.
Por. Victoria López Fernández-Sesma
En febrero de este año, la profesora francesa de español, Agnés Lassalle, fue asesinada en el aula por uno de sus alumnos. Agnés, quien enseñaba español en el colegio Tomás de Aquino en San Juan de Luz, Francia, era conocida por su pasión por la enseñanza de la lengua española y por su devoción a la ciudad de Salamanca.
Durante más de 10 años, la profesora trajo cada primavera a sus alumnos del colegio Tomás de Aquino a Salamanca, para que pudieran experimentar la verdadera inmersión lingüística en la ciudad. Era una figura querida y respetada en Salamanca, donde había desarrollado amistades cercanas y había establecido vínculos fuertes con otros profesores y estudiantes de español.
Después de su trágico asesinato, los alumnos del colegio Tomás de Aquino y los del colegio Delibes, en Salamanca, se unieron para honrar su memoria. El acto de conmemoración tuvo lugar en la Plaza Mayor de Salamanca, y contó con la presencia de autoridades locales, profesores, estudiantes y miembros de la comunidad.
Un minuto de silencio en memoria de Agnés Lassalle y la canción L-O-V-E de Nat King Cole, que su marido había bailado delante de su féretro durante su funeral.
Carmen Ballesteros, directora de Salamanca Ciudad del español, explicó que inicialmente el viaje de los alumnos del colegio Tomás de Aquino se había cancelado debido a la ausencia de Agnés Lassalle, pero que los estudiantes habían hecho un esfuerzo especial para venir en su memoria. «Hemos querido hacerle un homenaje porque es una persona magnífica a la que querían todos sus alumnos», dijo Ballesteros.
Miguel Ángel Benito, director del colegio Delibes, recordó la profunda amistad que había desarrollado con la profesora gala a lo largo de los años. «Agnés llevaba 10 años viniendo a Salamanca con sus alumnos, y después de ese tiempo era más que una compañera, era una amiga», dijo Benito. «La ciudad de Salamanca le debía este homenaje por su trayectoria y su nombre».
En un acto conmovedor, los estudiantes y compañeros de Agnés Lassalle recordaron su vida y su legado. Entre lágrimas, se recordó a persona llena de vida y pasión por su trabajo y se le homenajeó con la canción.