Hinojosa de Duero se convirtió este sábado, extensible a mañana domingo, en la localidad más quesera de este y del otro lado de la raya de Portugal. Hinojosa de Duero hermanó con queso, aceite y vino a los dos países ibéricos.
Fados y coplas sonaron en la localidad arribeña gracias a la tuna, que hizo las delicias de los más nostálgicos y arrancó más de un suspiro y pasodoble mañanero.
Olor a queso, a vino, a aceite en el crucero principal de Hinojosa de Duero, que congregó a cientos de personas con buen paladar para disfrutar de tan estupendos manjares artesanos.
Calor, buen ambiente y mucha feria, del queso, por supuesto, y también de la de reírse, bailar y brindar por la vida.
Galería de fotos de la feria, en este enlace