La Universidad de Salamanca celebró una Jornada titulada El futuro del mercado de la electricidad en Europa en la que expertos de primer nivel del sector energético han analizado la propuesta de reformar el mercado común de la electricidad, así como las tensiones producidas por los mecanismos de intervención estatales en el mercado único europeo de la energía.
En el evento han participado autoridades en materia de regulación energética como Miguel Gil Tertre, jefe de la Unidad de análisis económico y prospectiva de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, Rafael Gómez Elvira, presidente de EU Nemo Comittee, Miguel Odriozola, Socio de Competencia y Derecho de la Unión Europea de Clifford Chance y Pedro Calero, profesor de la Universidad de Salamanca.
Para los expertos, la propuesta de reforma del mercado eléctrico planteada por la Comisión Europea va en la buena dirección al mantener los principios esenciales del funcionamiento del mercado que ha permitido el desarrollo del mercado interior de la electricidad en la Unión Europa en estos últimos treinta años, si bien, han advertido que el objetivo de la Comisión Europea puede peligrar a la luz de las propuestas de cambios que ha introducido el ponente de la misma en el Parlamento Europeo. La Cámara ha iniciado un debate sobre la reforma a partir del ‘informe del ponente’, redacción que ha recaído en el eurodiputado español Nicolás González-Casares.
Los expertos han advertido que el texto propuesto por el ponente para su debate en el Parlamento supone un cambio radical respecto de la propuesta de la Comisión al haber incluido un total de 186 enmiendas destinadas a romper la unidad del mercado atribuyendo a los Estados miembros de manera estructural la capacidad de intervenir en el mercado de la electricidad.
Además, esta posición también incluye otras medidas de intervención como la asunción de un modelo de comprador único con precios regulados obligatorios para las instalaciones existentes y futuras, lo que desincentivaría la inversión en energía renovable para Europa. Para Miguel Gil, “dentro de la Comisión Europea tenemos la preocupación de que esta regulación abra la puerta a numerosas excepciones, lo que codificaría la fragmentación de los mercados”.
Los ponentes han coincidido en señalar que en esta reforma estructural del sistema no pueden tener cabida medidas intervencionistas adaptadas durante la crisis, como las que propone el ponente designado de la Cámara. “Supondría regresar a mercados intervenidos y nacionalizados, con las ineficiencias y los costes adicionales que presentan, haciendo retroceder a la Unión Europea en su proceso de integración”, ha subrayado Jaime Almenar.
Durante el evento se ha hecho hincapié en que el futuro del mercado eléctrico europeo debe pasar por una reforma en línea con la propuesta de la Comisión Europea que permita evolucionar el actual mercado y eliminar la volatilidad de los precios experimentada en los últimos tiempos al tiempo que se diseña un modelo que atraiga la inversión en renovables para acelerar la necesaria transición energética, precisamente en un momento en el que la propia presidenta de la Comisión Europea ha advertido del riesgo de que haya que retrasar la agenda verde.
Para ello, los expertos han señalado varios aspectos relevantes que deben ser reforzados. Uno de ellos corresponde con el desarrollo del mercado de futuros de alcance supranacional. Otro elemento fundamental que se ha puesto de relieve ha sido la necesidad de fomentar el desarrollo de los contratos a largo plazo con los consumidores (PPA) para dar estabilidad a los precios y garantia de suministro a precios razonables, asi como los contratos por diferencia en Europa como mecanismos para impulsar la producción de energía renovable y los contratos de energía renovable a largo plazo.
Estas herramientas son imprescindibles para complementar el mercado spot a corto plazo y que han probado su eficacia para acelerar y expandir los contratos a largo plazo, asegurando la evolución y el desarrollo del mercado interior de la energía. En este sentido, en España se firmaron en 2022 el 40% de los PPA renovables de toda la Unión Europea. “España es líder en PPA y es una medida muy interesante que es preciso reforzar. Están cumpliendo su función y hay que apostar por ellos”, ha afirmado Miguel Odriozola.
Asimismo, los expertos han coincidido en otra medida que es necesario impulsar para dar garantia de suministro mediante la fijación de mecanismos de capacidad que permitan a los operadores del sector mantener el servicio en términos competitivos y garantizar así una capacidad de suministro estable.
La propuesta de la Comisión Europea
La propuesta presentada por la Comisión Europea para la reforma estructural del mercado interior de la electricidad es considerada por los expertos como necesaria para completar el mercado eléctrico e incrementar la contratación a largo plazo con la que garantizar que los consumidores no se vean afectados por la volatilidad y los vaivenes de los mercados a corto plazo. “La Comisión Europea ha propuesto un marco seguro para atraer inversiones y fomentar la transición energética y la seguridad de suministro”, ha señalado Fernando Carbajo, catedrático de Derecho Mercantil y decano de Universidad de Salamanca.
Los ponentes han coincidido en señalar el acierto del planteamiento de la Comisión Europea en preservar el mercado interior como elemento fundamental, garantizando así un marco jurídico estable y manteniendo el principio marginalista para la formación de los precios, lo que salvaguarda un principio básico como es el de la oferta y la demanda.
Tal y como han reflejado, se debe partir de la base de que el mercado eléctrico diario e intradiario, a corto plazo, ha funcionado satisfactoriamente y es imprescindible para dar una señal de precio sin perjuicio de que la inmensa mayoría de la energía se negocia mediante contratos bilaterales.
Este modelo, han señalado, ha garantizado una estabilidad durante los últimos 30 años, por lo que no es necesario llevar a cabo una revolución del sistema. Para Rafael Gómez-Elvira, “No debemos olvidar que la fortaleza fundamental europea es su mercado interior con el que nos hemos regido en las últimas décadas. De esta manera Europa ha podido en todo este tiempo garantizar un mercado competitivo con acceso justo al mercado, un alto nivel de protección al consumidor, unos niveles adecuados de interconexiones y de capacidad de generación y un nivel de precios estable y competitivo”.
Sin embargo, los ponentes han señalado el contraste que existe entre la propuesta de la Comisión Europea y la enviada a Bruselas por parte de varios países miembro como España o Francia, que centran su planteamiento en aplicar un modelo intervencionista que de facto supondría romper con la unidad de mercado que Europa lleva construyendo en las últimas décadas lo que haría retroceder a la Unión Europea en su proceso de integración y supondría un acabar con el mercado unico de la energía a la ver que pondria en grave riesgo el necesario desarrollo de las inversiones en renovables como asi han puesto de manifiesto las princiales asociaciones europeas de empresas electricas y renovables asi como grupos ecologistas.
Ante esta situación, los expertos han rechazado la mayor parte de los cambios que pretende introducir el ponente y que implicaría la posibilidad de que los Estados miembros aprobaran excepciones nacionales en la regulación del mercado eléctrico, conllevando su desaparición y la vuelta a mercados nacionales en la práctica. Mantener el mercado único europeo es la fórmula necesaria para impulsar las inversiones en energías renovables y avanzar hacia un modelo que premita a Europa tener verdadera independencia energética mediante la disminución del consumo de combustibles fósiles, y conseguir la descarbonización que permitirá el doble objetivo de ganar la batalla al cambio climático y de reducir el precio a los consumidores finales. Pedro Calero, ha advertido que “Hay que encontrar señales de precios suficientemente atractivas para desarrollar las inversiones necesarias. Si no están estas señales el viaje a la descarbonización va a ser mucho más lento. La independencia energética debe ser el principal objetivo”.