Una mujer de 36 años ha muerto en el Hospital de Castellón después de permanecer más de ocho horas en urgencias. Tras ello, el juzgado de Castellón ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte.
Tal y como ha informado El Periódico Mediterráneo, el juzgado de Castellón ha abierto una investigación por la muerte de Sandra Galera, una mujer de 36 años que permaneció más de ocho horas en el servicio de urgencias del Hospital General de Castellón.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de octubre, cuando la mujer comenzó a sentir dolor en el pecho y sensación de asfixia. Tras ello, su marido llamó al 112 solicitando una ambulancia que la trasladase al hospital. Sin embargo, le respondieron que no podían atenderla porque “había casos más importantes”, indicándole que administrase a la mujer un diazepam.
Debido a que el estado de Sandra, que no tenía enfermedades diagnosticadas, no había mejorado a la mañana siguiente, su marido volvió a llamar, pero tampoco fueron atendidos. Por este motivo, la familia llevó a la enferma hasta el hospital en el coche particular. Una vez allí, tras un primer triaje, le administraron otro diazepam.
Cuando llevaba más de seis horas en urgencias, los sanitarios auscultaron dos veces a la paciente y le realizaron un electro y una analítica. Poco después, la madre de Sandra alerto de la extraña forma de respirar de la mujer que, posteriormente, entró en parada. Los sanitarios intentaron reanimarla con un desfibrilador y, pese a recuperar el latido en dos ocasiones, acabó muriendo.
Posteriormente, la autopsia confirmó que la muerte se debía a una “miocarditis aguda por infección por coronavirus con lesión miocárdica terminal”. El incidente ha pasado a disposición judicial y, mientras que la familia de la víctima solicita una indemnización por la “deficiente asistencia” que recibió Sandra, la Conselleria de Sanidad ha indicado que “se le atendió en función de los síntomas que presentaba”.