La tasa de inflación se ha moderado en España, situándose en el 2,9% según los datos provisionales del mes de mayo. Además, las bajadas han sido de carácter general en Europa, donde la media se sitúa en el 6,1%, especialmente motivado por el abaratamiento de la energía y el menor encarecimiento de los alimentos.
Después de un leve repunte en el mes de abril, la tasa de inflación ha vuelto a registrar bajadas generalizadas en los diferentes países de la eurozona, entre ellos España.
Así pues, según los datos -provisionales- de Eurostat, la inflación en la eurozona ha caído nueve décimas con respecto a abril, situándose en el 6,1%, frente al 7% del mes de abril, cuando los precios aumentaron una décima después de tres meses bajando.
En el caso concreto de España, el índice del IPC se ha situado en el 2,9%, convirtiéndose en el tercer país europeo donde menos suben los precios, tras Bélgica y Luxemburgo.
Comparándolo con el valor registrado en abril, la inflación se ha reducido en nuestro país en nueve décimas. Además, España se convierte en el país con menor encarecimiento de precios de las cuatro grandes economías europeas.
Entre los motivos que han llevado a esta senda bajista en la inflación está el abaratamiento de la energía (1,7% menos que hace un año), así como la contención en el encarecimiento de los alimentos. En la misma línea, la inflación subyacente -que excluye energía y alimentos- se ha situado en el 5,3% (5,6% en abril).
A mediados de mayo, la Comisión Europea revisó sus previsiones de inflación para los años 2023 y 2024. En este sentido, contemplan valores del 5,8% para este año y del 2,8% para el próximo. Pese a ello, los pronósticos para España son más optimistas, con valores del 4% para 2023 y el 2,7% para 2024.