El doctor Antonio Sitges-Serra ha alertado en Salamanca del problema que supone la “dramática medicación” por parte de la sociedad, a la que califica como “hipocondríaca”. Además, señala a los centros privados como grandes responsables de esta situación, debido a la realización de pruebas “innecesarias” o a las “corruptelas” existentes entre la pública y la privada.
El experto, que ha acudido a Salamanca para presentar su libro ‘Si puede, no vaya al médico’, considera que no se debe abusar de la sanidad. Tal y como indica, este libro busca concienciar para que “la sociedad, que muchas veces es hipocondríaca, no abuse tanto de los médicos, y viceversa”. También insiste en que “los médicos tampoco abusen de la sociedad” y que “la industria no abuse ni de los médicos, ni de la sociedad”.
Sitges-Serra, que califica la problemática de la “medicalización de la sociedad” como un “problema sistémico”, ha concedido una entrevista a La Crónica de Salamanca para abordar la cuestión.
¿El problema se resuelve no utilizando el la sanidad?
La salud es cosa nuestra, no es cuestión de ir al médico cuanto estás bien. Cuando es preciso, sí hay que utilizarlo. Lo que hay que evitar es la hiperfrecuentación, y cuando alguien está sano no tiene por qué ir al médico. Esto es una cosa importante, porque muchos dicen que tienen que revisarse cada seis meses la salud y, en general, esto es contraproducente porque lleva a la práctica de innumerables pruebas y test, de los que algunos incluso pueden resultar peligrosos.
¿Cómo sabemos que no necesitamos visitar al médico?
Básicamente uno sabe cuándo se encuentra bien y cuándo tiene algún problema de salud, sobre todo, si esto se alarga. Todos sabemos que un constipado se pasa, que una gripe estando en casa cuatro días se pasa. Pero si tienes síntomas prolongados, progresivos o más graves, hay que acudir al médico.
¿Usamos mal el servicio público de salud?
Lo usamos mal en el sentido de que quizás se abusa un poco al ser teóricamente gratuito. La frecuentación en España es de las más altas de Europa. Además, con el problema de que la atención primaria ha sido bastante relegada, este primer filtro que es muy importante para evitar el exceso de medicación y de pruebas, resulta muy débil. Con lo cual, muchos enfermos van directamente al especialista y entonces entras fácilmente en una cascada de pruebas.
¿Qué propone para que mejore el servicio?
El problema del servicio sanitario tiene muchos puntos de vista. No vamos a echarle toda la culpa al usuario. También en la privada, por ejemplo, se buscan enfermos. Si tienes muchos médicos, vas a tener muchos enfermos. Ahí hay otro problema, hay que evitar el abuso de pruebas, de cirugías o de tratamientos innecesarios en los centros privados. Luego está el tema de la industria, que también hay que ponerle un poco de coto, porque lo que quiere la industria es vender aparatos y cuantos más, mejor.
El problema tiene muchas caras, no es simple, y por eso muchas veces la población lo achaca a la falta de dinero. Pero más dinero no va a arreglar las cosas.
¿Cobrar algo por las consultas y pruebas podría resultar efectivo?
Yo soy partidario del copago. Es un tema muy controvertido y muy poco popular. Nadie se atreve a ponerlo en solfa porque es muy poco popular. Pero países con tradición socialdemócrata, como Suecia, tienen el copago, aunque muchas veces sea simbólico. Pero es importante. Por ejemplo, si vas a urgencias son 30€, si vas al médico de cabecera son 15€… Es decir, son pagos módicos, pero que, por una parte, ayudan a la financiación del sistema y, por otra, suponen un pequeño freno de la sobreutilización del mismo.
¿Hace falta más personal?
España es de los países que tiene más médicos por cada 100.000 habitantes, aunque no lo parezca. Lo que pasa es que muchos de ellos están pluriempleados, trabajan en la pública unas horas, y luego trabajan en la privada o en compañías de seguros. El problema yo no creo que sea el número de médicos, el problema es la organización.
Además, España es de los países con más hiperespecialistas. Es decir, hospitales de cirugías que solo hacen un tipo de operación, cosa que es un poco ridícula, cuando en otros países un neurocirujano general puede ser competente en tres o cuatro intervenciones.
Hay varios factores que hacen que las plantillas se hayan hipertrofiado mucho y, en cambio la eficiencia no es la mejor.
¿No hay incompatibilidad entre el servicio público y el privado con prácticamente los mismos médicos?
Yo creo que sí. Uno de los problemas que ha tenido la medicina pública en España es precisamente esta dualidad. Se genera un interés partido, con lo cual, en general el que sale perjudicado es la asistencia pública: médicos que no cumplen su horario y que se les permite llegar tarde e irse pronto; conciertos un poco turbios entre, por ejemplo, la radiología privada y el hospital, cuando los radiólogos son los mismos en los dos lados… Y otros capítulos en los cuales se produce un poquito de corruptela entre los dos sistemas.
Siempre digo que la sanidad privada tiene su papel, pero ha de ser un sistema mixto y no mezclado. No hay que mezclar las cosas.
¿Por qué no se abre el hospital a consultas y operaciones por las tardes?
Supongo que por falta de recursos. Pero debería hacerse, porque yo creo que los mismos médicos que trabajan por la mañana podrían trabajar por la tarde perfectamente, o hacer turnos, o hacer sistema inglés. Esto es, jornada continuada, empezando a las 8:00h y terminando a las 18:00h con un bocadillo en medio.
Este sistema funciona perfectamente en muchos países. Sin embargo, aquí paramos a las 15:00h porque hay que ir a comer, lo que supone que muchas veces a las 14:00h ya no se opera nada porque hay que salir una hora después. Yo creo que la jornada continuada es imprescindible, pero desgraciadamente muy poco popular, y dudo mucho que esto avance en España.
¿No se desaprovecha el hospital?
Bueno… Yo creo que hace y cumple con una parte muy importante de la asistencia sanitaria. Pero es un agujero sin fondo. Los hospitales se llevan dos terceras partes del gasto sanitario, y eso significa que se hacen tratamientos muy caros, no siempre eficientes, o que se abusa de la tecnología, o de los productos de un solo uso, o de los fármacos caros.
En este sentido, el hospital es poco eficiente. Lo que pasa es que es muy glamuroso, sale en la televisión, recibe X fondos, incorpora nuevas tecnologías… Pero la realidad de la medicina está fuera del hospital, y eso es algo que los políticos deben entender.
1 comentario en «“La sanidad pública no se puede mezclar con la privada»»
Después de leer la información y ver en la foto el holgado aforo del salón, lamento no haber asistido a la charla. Me resulta sorprendente y gratificante que un médico hable públicamente de copago («simbólico»), corruptelas en la colaboración entre la sanidad pública y privada, la necesaria incompatibilidad del personal sanitario que trabaja en ambas, la organización del trabajo y la racionalización de la jornada laboral de este personal, para mejorar la eficiencia de los servicios sanitarios…Estoy totalmente de acuerdo con el Dr. Sitges-Serra.