La economía de Castilla y León creció un 4,6 por ciento interanual en el primer trimestre de 2023, y el PIB superó las cifras prepandémicas con un repunte del 2,5 por ciento, según informó este lunes el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, durante la presentación de la Contabilidad Regional de Castilla y León correspondiente al primer trimestre del presente año.
Tal y como apuntó el portavoz de la Junta, en declaraciones recogidas por Ical, los datos permiten a Castilla y León estar casi un punto por encima del crecimiento del conjunto de España en el primer trimestre, del 3,8 por ciento, y experimentar una recuperación del 140 por ciento con respecto a la caída vivida durante la pandemia de COVID-19, muy superior al 102 por ciento con la que España ya recupera, al menos, la pérdida de los primeros trimestres de la etapa coronavirus.
El incremento interanual en el primer trimestre en Castilla y León se debe, en relación a la oferta, al crecimiento “muy alto” del sector industrial, de un 7,7 por ciento en términos interanuales, y “relevante” en los sectores servicios y de la construcción, del 5,1 y 3,1 por ciento respectivamente, pero no pudo superar el 5 por ciento, según Carriedo, debido a la bajada, “próxima al 9 por ciento”, en términos interanuales, de la agricultura y la ganadería.
Bajando al detalle, los principales aumentos, por sectores, se vivieron en la industria manufacturera (4,6 por ciento) y, en relación a los servicios, en el comercio, el transporte y la hostelería, donde la subida alcanzó el 11 por ciento.
En cuanto a la demanda, existe una contribución positiva de la demanda interna del 3,1 por ciento, a lo que se suma un saldo exterior total del 1,5 por ciento, gracias a la subida del 4,9 por ciento interanual en el valor de las exportaciones, frente al crecimiento del 1,9 de las importaciones.
Por último, el empleo reflejó una variación interanual del 0,6 por ciento en el primer trimestre de 2023, un 2,6 por ciento con respecto al trimestre anterior, con una menor contratación en el sector primario, frente al crecimiento en la construcción (2 por ciento) y, en menor medida, en el sector servicios (0,6 por ciento) y la industria (0,3 por ciento).
Recesión económica
De esta manera, Carriedo señaló que, desde la Junta, y a tenor de los datos, no barajan un escenario de recesión económica, y apuntó que la previsión de crecimiento del 1,6 por ciento en la Comunidad para 2023 fue “realista” ya que las cifras del primer trimestre “consolidan” una visión que “hace prever que podamos conseguir ese nivel para el conjunto del ejercicio”.
No obstante, y tras reconocer que aunque los datos no reflejan la situación provincial, señaló que es previsible que “las de mayor peso agrícola lo estén pasando algo peor y las más industrializadas están creciendo algo más”.
En ese sentido, mostró su preocupación por la situación del sector agrícola y ganadero, especialmente en este último caso, porque la bajada se produce con respecto a un año, el pasado, en el que la cosecha ya fue “inferior a la media”, lo que aventura que, dadas las negativas previsiones para este año por la falta de lluvias en los meses de abril y mayo, “no es posible que se recupere o mejore de forma relevante” en la contabilidad de los próximos trimestres.
De hecho, recalcó que, de no ser por esta situación de sequía, y la consiguiente caída de la agricultura y la ganadería, la economía de Castilla y León estaría, en su conjunto, creciendo “por encima del cinco por ciento” con un comportamiento del sector primario “cercano a la media”. “Pero este año, con toda seguridad, no se va a alcanzar” dicha media.
Por ello, volvió a mostrar la predisposición de la Junta en realizar ayudas al sector, para lo que los representantes de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural “están hablando” con las organizaciones profesionales agrarias, y esperó que el Gobierno nacional escuche “las demandas” del Consejo Regional Agrario para “garantizar la igualdad en los territorios”.
Por último, descartó la influencia que pueda tener, en la actividad económica de Castilla y León, las elecciones generales convocadas para el próximo 23 de julio, desde la perspectiva de que “la Junta no va a parar” porque “no está campaña” y sigue funcionando “con normalidad” a nivel de “trabajo interno y gestión de programas”.
Además, manifestó su esperanza en que la actividad de los gobiernos locales “se recupere pronto” tras la constitución de los ayuntamientos el próximo 17 de julio, así como que “haya un Gobierno pronto y pueda dar estabilidad y confianza a la economía española”.