Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (Coocyl) han iniciado una campaña para impulsar la inclusión del colectivo en el Sacyl. De llevarse a cabo, aseguran, se reducirían las listas de espera y los costes, a la vez que mejorarían la calidad de la sanidad y de la atención a los pacientes.
“Los ópticos-optometristas somos profesionales sanitarios encargados del cuidado de la función del sistema visual. Si nos incluyen en el sistema nacional de salud, básicamente lograríamos disminuir las listas de espera, ahorrar costes y mejorar la atención sanitaria”, expone la delegada del Coocyl en Salamanca, Estefanía García Cerviño.
El principal beneficio para los pacientes de la inclusión de estos profesionales en el Sacyl sería “la disminución de las largas listas de espera”. Según expone la asociación profesional, las listas de espera en Oftalmología ascendían a 52.296 pacientes en Castilla y León -a fecha de 31 de marzo de 2023-, “un 63% más que el año anterior”.
Asimismo, “las patologías se diagnosticarían en los estadios previos, lo que se traduce en que los tratamientos también se llevan a cabo antes. Además, van a mejorar tanto la atención como la calidad de su visión, ya que van a estar atendidos antes”.
Por otro lado, el Sacyl también obtendría ventajas, “sobre todo en el ahorro de costes”. “Las consultas de atención especializada son mucho más caras que las consultas de atención primaria, los tratamientos en estadios más avanzados de las enfermedades son más caros. Se han hecho cálculos estimados, y la inclusión de los ópticos-optometristas en el Sacyl podría ahorrar entre 1 y 2 millones de euros”, señala García Cerviño.
Desde el Coocyl aseguran que “de acuerdo con las derivaciones desde atención primaria solo por problemas de agudeza visual (74.000 pacientes al año en población pediátrica y 63.000 en población adulta), serían necesarias 31 unidades de Optometría en Castilla y León”. Cada una de ellas supondría “un coste anual de 59.309€, lo que supondría un desembolso de 1.838.579€, casi la mitad de los 3.642.300€ de coste estimado en la actualidad”.
Actualmente ya hay once autonomías en España que han incluido a estos profesionales en sus sistemas de salud. En Castilla y León “simplemente se ha dejado ahí en un cajón”, lamenta la delegada del Coocyl en Salamanca. Si bien, matiza que “no hay ningún argumento realmente en contra”. “Creemos que a Castilla y León ya le toca entrar en ese conjunto de comunidades, que ya han demostrado que la inclusión resulta eficaz y eficiente”.
“Castilla y León fue de las primeras autonomías que estableció al óptico-optometrista en la categoría de profesional sanitario. Lo que pasa es que, mientras otros territorios han apostado por ello, nosotros nos hemos quedado atrás”, lamenta, explicando que en Castilla y León “no es algo realmente urgente” para los políticos. “Pero sí para los pacientes que están esperando operaciones o consultas en las listas de espera o para los niños que no se les están haciendo las revisiones en la edad correspondiente, por ejemplo”.
Respecto a si se sienten infravalorados, asegura que “no es una cuestión de infravaloración, es una cuestión de que los ciudadanos pagan una sanidad pública, que debe tener las mejores garantías. Y la incorporación de los ópticos-optometristas en el sistema público de salud es una garantía de que el cuidado y la atención va a ser mucho mejor”.
Salud visual
Tal y como ha explicado García Cerviño, “la población presta bastante atención a la salud visual. Especialmente a raíz de la pandemia, cuando hemos empezado a utilizar mucho más dispositivos digitales como móviles, tablets, etc. Muchos se han dado cuenta de que no ven tan bien como creían. Y ahora están mucho más pendientes de su salud”.
En cuanto al aumento de las patologías oculares, más que por el uso masivo de pantallas, aclara que se debe al “exceso de trabajo que hacemos en cerca”. “Esto es algo para lo que el ojo, a día de hoy, no está preparado. La evolución siempre ha sido adaptarnos a ver mejor de lejos y ahora tenemos que adaptarnos mejor a ver de cerca”, añade.
También matiza que “está demostrado que tenemos una población claramente envejecida”, y reconoce que “hay patologías oculares asociadas a la edad, como la degeneración ocular o las cataratas, que cada vez están apareciendo en estadios anteriores y, con lo cual, más personas las padecen”.
Finalmente, de cara a evitar y prevenir estas patologías, pone de manifiesto que “la prevención se puede enfocar dependiendo del problema concreto”. Así pues, “en cuanto a las patologías por el uso excesivo de trabajo de cerca, podemos hacer descansos y trabajar siempre con buena iluminación”. Por otro lado, recomienda que los niños pasen más tiempo al aire libre para evitar aumentos de miopía, así como el uso de gafas de sol para prevenir la aparición de cataratas.