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El fracaso por no plantar árboles

El parque Elio Antonio de Nebrija se 'construyó' allá por el 2015 y sigue casi igual que en aquel año
El parque Elio Antonio de Nebrija. Imagen. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca. (2)
El parque Elio Antonio de Nebrija. ARCHIVO.

Hay quien planta árboles reconociéndolos como seres vivos y amados a los que se quiere dar larga vida. Y hay quien los entierra como si fueran cadáveres o peor, ladrillos.

El parque Elio Antonio de Nebrija se ‘construyó’ allá por el 2015 y sigue casi igual que en aquel año. Los árboles, salvo los plátanos que bordean la ‘carretera’, siguen pequeños y apenas dan sombra a los 28.000 m2 que ocupa el parque. Ni siquiera la franja más próxima al Tormes, naturalizada, tiene sombra excepto la estrecha chopera en la misma orilla del río.

Aquel año, 2015, se plantaron, es un decir, 180 árboles que en 2022 se habían quedado en 120 después de varias plantaciones en años sucesivos (inventario del Ayuntamiento de Salamanca). No obstante, la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca contó en la primavera del pasado año sólo 88 ejemplares vivos. «En cualquier caso, muy pocos para dar sombra si de un parque estamos hablando. Esta asociación estima que en ese lugar muy bien podría haber 500 árboles», puntualizan.

El parque Elio Antonio de Nebrija. Imagen. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca. (2)
El parque Elio Antonio de Nebrija. Imagen. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca. (2)

Llega el proyecto LIFE, generosamente subvencionado por la Unión Europea. Por fin se hace una repoblación curiosa de plantas por número y especies aunque seguimos pensando que insuficiente. «Pero nada: estamos a principios del verano y ya se han secado 41 de ellos de los 98 plantados. Es decir, el 42% se ha secado muy pocas semanas después de plantados. Nos imaginamos cuántos quedarán al final de este verano y en los veranos sucesivos. Así pasan los años y este parque, entre las riberas del Tormes y Zurguén sigue desolado», explican desde la asociación.

Para la asociación esto no es lo más grave. «Lo peor es que esta cuenta realizada en el parque de Elio Antonio de Nebrija se podría extender a muchas otras zonas de los 7 km. en los que se ha intervenido en el proyecto LIFE; y nos ocurriría lo mismo: un excesivo porcentaje de plantas ya están secas. Otro tanto ocurre con el proyecto Tormes plus (corredores verdes): una gran cantidad de árboles plantados en los años 2022 y 2023 ya están secos», señalan.

El parque Elio Antonio de Nebrija. Imagen. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca. (2)
El parque Elio Antonio de Nebrija. Imagen. Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.

Estamos ante la primera ola de calor en Salamanca, la ciudad se hace difícilmente vivible y el urbanismo practicado en las últimas legislaturas no ha servido para adaptar a la ciudad a esta nueva situación de olas de calor frecuentes y brutales. «Ni siquiera encontramos en toda la ciudad, ni en el extrarradio, una senda de, digamos, varios kilómetros, fresca, agradable y protegida del sol, donde la gente de Salamanca podamos pasear. Así, todo el que puede, huye en el verano. Vamos hacia la ciudad muerta en verano, si es que no estamos ya», concluyen desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.

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