El Colegio de Ópticos Optometristas de Castilla y León (Coocyl) solicitará su inclusión en la sanidad pública de Castilla y León, tras el éxito de la campaña #ÓpticosEnSacyl. Desde la institución se informa que se llevará a cabo una ronda de contactos con los grupos parlamentarios de las Cortes con el objetivo de promover iniciativas parlamentarias que lleven a la inclusión de estos profesionales en la sanidad publica de la comunidad, siguiendo el ejemplo que se ha llevado a cabo en once comunidades autónomas.
Ical.- Según Coocyl, esta incorporación contribuiría a reducir las listas de espera en oftalmología que, a 31 de marzo, ascendían a 52.296 personas, un 63 por ciento más que el año anterior.
Con el mismo objetivo, desde el colegio se espera una nueva reunión con la Consejería de Sanidad que permita seguir avanzando en el proceso de incorporación y que complete los encuentros previos llevados con la anterior consejera de Sanidad, Verónica Casado.
Para el decano de Coocyl, Luis Ángel Merino, la razón de la inclusión de estos especialistas en la sanidad pública responde a una atención de la salud visual “incompleta». «Entre el 70 y el 75 por ciento de los pacientes que acuden a Sacyl con problemas visuales precisan de una solución optométrica, y a día de hoy esta atención no existe”.
No se insiste en argumentos económicos, pero si se considera “importante que el paciente tenga un servicio más rápido, y especializado, con una pronta solución para que sus problemas de salud visual se solucionen o se controlen, según sea el caso”.
La prueba para lleva a cabo esta reivindicación está en las once comunidades autónomas en las que ya se ha implantado este servicio dentro de la sanidad publica, y en la que los resultados han sido muy favorables.
Agudeza visual
En el mismo sentido, la vicedecana de Coocyl, Ana Belén Cisneros concreta que “un 30 por ciento de las derivaciones desde la atención primaria a la especialidad de oftalmología se hace por problemas de agudeza visual, porcentaje que aumenta hasta un 76 por ciento en la población pediátrica”
Cisneros señala que desde 2004 ya existe la categoría de óptico-optometrista en el Sacyl, lo que facilitaría su contratación, pudiéndose aprovechar a los profesionales formados en los estudios universitarios del grado en Óptica y Optometría de la Universidad de Valladolid, lo que hace “más sorprendente aun que Castilla y León sea una de las pocas comunidades autónomas en las que no esté representada esta especialidad en el sistema publico sanitario”.
#ÓpticosEnSacyl
La campaña llevada a cabo en redes sociales y medios de comunicación con la etiqueta #ÓpticosEnSacyl y #LoVemosClaro incide en la ventaja que supondría la incorporación de estos profesionales sanitarios en los centros de atención primaria o los hospitales de la comunidad, ya que la medida supondría un ahorro para las arcas publicas de la comunidad.
Pese a que Castilla y León fue la primera comunidad autónoma de España en reconocer la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista en 2004, Su desarrollo no ha sido llevado a cabo. Al contrario de lo que sucede en comunidades como Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana donde ya trabajan unos 400 profesionales integrados en los servicios de Oftalmología.
El informe ‘Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica’ recoge el ahorro que supondría para el Sacyl la incorporación de esta especialidad.
De acuerdo con las derivaciones desde Atención primaria solo por problemas de agudeza visual (74.000 personas al año en población pediátrica y 63.000 en población adulta) serían necesarias 31 unidades de Optometría en castilla y León (16 para adultos y 15 para pediatría), con un coste anual de 59.309 euros cada una de ellas. Esto supondría un desembolso de 1.838.579 euros, casi la mitad de los 3.642.300 euros de coste estimado en la actualidad.