El último barómetro electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) prevé que el PP obtendría dos diputados en las elecciones del 23J y el PSOE otros dos.
Reparto de sillones con el que el PP repetiría el resultado de los comicios de 2019 y los socialistas recuperarían el que perdieron hace cuatro años en beneficio de Vox.
En el conjunto de Castilla y León, el PP, que ahora tiene 13 diputados, conseguiría entre 14 y 17 escaños, mientras que el PSOE, que tiene 12, estaría luchando por lograr entre 13 y 15.
Vox, que ahora tiene seis diputados en el conjunto de la Comunidad, los perdería todos según el barómetro del CIS.
La coalición Sumar obtendría entre uno y dos representantes, con uno fijo en Valladolid y otro que estaría en disputa en Burgos.
Así, los ‘populares’ tendrían, según el CIS, dos diputados fijos en las provincias de León, Palencia, Salamanca, Valladolid y Zamora, además de uno en Soria. Y se jugarían entre uno y dos representantes con el PSOE en Ávila y Segovia; y entre uno y dos con Sumar, en Burgos, informa Ical.
Por su parte, los socialistas obtienen dos en Burgos, León, Salamanca y Valladolid, uno en Palencia, Soria y Zamora; y pondrían en juego con el PP, entre uno y dos, en Ávila y Segovia. En cuanto a la nueva formación de Yolanda Díaz, según el CIS, consigue un diputado en Valladolid y tendría entre cero y uno en Burgos, donde se lo disputaría con los ‘populares’.
De los cinco escaños de Valladolid, el CIS estima que se repartirán entre dos de PSOE y PP y uno para Sumar, un reparto igual que en 2019, con la salvedad de que el representante de Díaz lo había conseguido Vox en los anteriores comicios.
En Burgos, con cuatro representantes, el CIS otorga dos para los socialistas, al menos uno al PP y otro más que entre éstos y Sumar, cuando hace cuatro años se los repartieron, a partes iguales, ‘populares’ y PSOE. En León, la encuesta entrega dos a PP y PSOE, con lo que los de Alberto Núñez Feijóo arrebatarían el que Vox consiguió en 2019 por esta provincia. También cuatro diputados se ponen en juego en Salamanca, con un reparto, según el CIS, idéntico al de León, aunque en esta ocasión serían los socialistas los que se harían con el escaño conseguido por la formación de Santiago Abascal en 2019.
Más dudas existen en aquellas provincias con tres diputados. Es el caso de Ávila, donde la encuesta da entre uno y dos escaños a PP y PSOE, cuando en los últimos comicios de las Generales lograron un representante cada uno, más otro más de Vox. Lo mismo ocurre en Segovia, con entre uno y dos para los dos grandes partidos, donde uno de los dos, según el CIS, hurtará un escaño a Vox.
Más clara figura la pelea en Palencia y Zamora, con dos diputados para PP y uno para el PSOE, en ambos casos. Esto supone repetir resultados en la provincia palentina, si bien en la segoviana, los ‘populares’ se apropiarán del escaño que pierde la formación presidida por Abascal. Por último, en Soria, con dos diputados, uno sería para el PP y otro para el PSOE, igual que en 2019.
A nivel nacional, el CIS otorga una horquilla de entre 115 y 135 diputados al PSOE, de entre 122 y 140 al PP, de entre 21 y 29 a Vox y de entre 43 y 50 a Sumar, con lo que la gobernabilidad del país estaría en un puñado de escaños.
Valoración de políticos
En cuanto a las caras visibles, las de los diferentes políticos, entre el 96,4 y el 99,6 por ciento de castellanos y leoneses admiten conocer a Yolanda Díaz, Santiago Abascal, Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. Todos ellos suspenden, con un 4,59 para el líder ‘popular’, muy similar al 4,53 del actual presidente del Gobierno, y al 4,43 de Díaz. Según el CIS, Abascal obtiene un 3,13.
Por último, en este sentido, uno de cada tres votantes de Castilla y León (32,3 por ciento) prefiere que el presidente del Ejecutivo sea Núñez Feijóo, seguido de Sánchez (27,9 por ciento), Díaz (13,5) y Abascal (7,7 por ciento).
Por otro lado, un 77,2 por ciento de encuestados en Castilla y León asegura que “iría a votar con toda seguridad” y ocho de de cada diez piensa hacer de forma presencial, mientras que algo más de un 14 por ciento ha solicitado el voto por correo o piensa hacerlo.
Según el CIS, un 38,4 por ciento asegura que “con toda seguridad, no votaría nunca” al PSOE, porcentaje que se reduce dos puntos, al 36,4 por ciento, en el caso del PP, pero que se dispara al 62,7 para Vox y al 64,8 para Podemos (en el momento de la encuesta aún no se había integrado en Sumar), y al 52,7 por ciento para Sumar. Por contra, un 18,9 por ciento de encuestados señala que “toda seguridad, votaría siempre” al PSOE y un 14,6 por ciento, al PP, porcentajes que se reducen notablemente para el resto de formaciones.
Sin embargo, preguntados por la formación que cree que ganará las elecciones, dos de cada tres castellanos y leoneses (67,2 por ciento), según el CIS, consideran que vencerá el PP, por solo el 17 por ciento del PSOE, si bien las respuesta cambian cuando se cuestiona qué partido le gustaría que ganase: un 33,1 por ciento el PP, un 31,3 el PSOE, un ocho por ciento Vox y un 7,5 por ciento, Sumar.
Además, un 65,5 por ciento de encuestados decide el sentido de su voto “mucho antes de la campaña electoral”, frente al 21 que lo hace en estas próximas dos semanas.
En cuanto a la simpatía que despierta entre los votantes, el PSOE obtiene el mayor índice, con un 17,6 por ciento, seguido del PSOE, con un 12,2 por ciento. Aunque la opción más alta es, con el 35,1 por ciento, ninguno. Además, un 13,1 por ciento de la población afirma sentirse de izquierdas, y un 10,4, de derechas, mientras que la opción más repetida es el centro.
En todo caso, un 31,1 por ciento de los encuestados por el CIS afirma sentirse más cercano a las ideas del PSOE; frente al 28,2 por ciento del PP. Más lejos se sitúan Vox, con quienes se siente representado el 8,1 por ciento, y Sumar, con el 7,4.
Por último, los votantes de la Comunidad consideran que el PSOE está más capacitado para afrontar cuestiones en educación, sanidad, Unión Europea, política social, vivienda, inmigración, medio ambiente, igualdad de género y reto demográfico; mientras que opinan que el PP gestionaría mejor el empleo, la economía, la seguridad ciudadana, el Estado de las Autonomías, la política exterior y las infraestructuras.