La sexóloga Jil Whitney ha explicado cuáles son los problemas sexuales que más reconocen sus pacientes. Sin embargo, la experta también ha dado las claves para solucionar estas cuestiones.
“El sexo tiene que ser una prioridad en el matrimonio. Puede que no sea fácil, pero hay posibilidad de que vuelvan a saltar chispas cuando os tocáis. Primero, eso sí tenéis que analizar cuál es el problema”, reconoce Jill Whitney en ‘Reader Digest’, tal y como ha recogido El Confidencial. También ha señalado algunos de los principales problemas, y sus posibles soluciones.
- Falta de tiempo. Entre el trabajo y las demás obligaciones cotidianas, muchas parejas pueden acusar el escaso tiempo de que disponen para el sexo. “Buscad tiempo como sea. Llegad a casa antes, dejad a los niños con alguien para que los cuide, salid una noche a cenar. Es fundamental que no lo descuidéis”, propone.
- Se vuelve aburrido. El paso de los años puede ocasionar que las relaciones sexuales se vuelvan aburridas en la pareja. En esos casos, Whitney apuesta por innovar. “Tampoco hace falta probar cosas nuevas cada día, pero sí de vez en cuando”. En este sentido, propone “cosas sencillas”, como “un masaje, ropa interior nueva o quizá una película erótica”.
- Diferencia de apetencia. “Quizá suena a tópico, pero suele sucederle más a las mujeres. Esto se debe a que están más sintonizadas emocionalmente en la relación, por lo que no tienen tanto interés de esta índole”, explica. La comunicación resulta fundamental en estos casos.
- Resulta doloroso. En algunas ocasiones, las mujeres pueden no sentirse cómodas al mantener relaciones sexuales, bien porque sufren vaginismo, o bien porque el pene de él es demasiado grande. En el primer caso se puede recurrir a los tratamientos que hay disponibles actualmente y, en el segundo, al uso de lubricantes.
- Espontáneo vs programado. Algunas parejas lamentan discrepancias entre ellos a la hora del sexo debido a que uno de ellos prefiere que surja de repente, mientras que el otro prefiere que sea ‘programado’, para que no le altere la rutina. Estas situaciones pueden solucionarse mediante la comunicación, encontrando un término medio entre ambas opiniones.
- Las discusiones acaban con el sexo. Pese a que algunos, después de una discusión de pareja quieran tener sexo, el otro puede ser de una opinión totalmente contraria, molestándose por esta cuestión. Por ello, lo mejor es hacer un esfuerzo por ser respetuosos y amables en la pareja, haciendo que la intimidad sexual mejore.
- Uno no hace lo que quiere el otro. “Puedes obsesionarte mucho con tus necesidades, pero de nada sirve si ignoras las de tu compañero. Nadie debería estar obligado a hacer algo con lo que se sienta incómodo”, reconoce la sexóloga. “Sugiero que discutáis vuestros sentimientos y lleguéis a un compromiso, pues ambos debéis estar motivados para tener una vida sexual satisfactoria”, añade.
