«Si la concertada fuera tan exigente como la pública perdería alumnos»

“El modo de escolarizar que tienen la Consejería de Educación en Castilla y León favorece a la concertada y restringe a la pública. No es flexible. Los grupos deberían hacerse en función del número de personas que solicitan y no por cupos cerrados. Si me dices que solo pueda matricular a 22, estás impidiendo que un centro público crezca”. Así de contundente se muestra Federico Martín, presidente de CSIF en Salamanca.

La respuesta viene motivada porque muchos padres y madres de escolares salmantinos se están viendo en un dilema. Seguir en un colegio concertado, donde ha estado hasta concluir su etapa de Primaria o buscar un instituto público. Si la opción es un centro público, ven que no tienen plazas para matricularlos en ninguno.

“El problema no está en el instituto, comienza con las líneas de 1 a 3 años, que son la joya de la corona. ¿Cómo se ha implantado? Desde la Consejería han llamado a todos los colegios y guarderías privadas y a los concertados y les han dicho: ‘¿Cuántas aulas estáis dispuestos a montar?’ Dieron un número por la previsión de alumnado y se las dieron”, explica el presidente de CSIF.

¿Cuántas se abrirán en los públicos?
Muy pocos colegios públicos van a tener aulas de 1 a 3 años, porque no ha habido voluntad.

¿Eso tiene lógica?
Lo normal, en una política educativa lógica, hubiera sido integrar en Educación y ofrecerlo a los centros públicos. Estamos llegando a que la Educación Pública es subsidiaria de la concertada. En este caso, incluso de la privada. Cuando el planteamiento debería ser el contrario.

¿Qué consecuencias puede acarrear esta situación?
A ocho o diez años vista va a suponer que la mitad de los centros públicos de Salamanca van a desaparecer.

¿Por qué?
Sí matriculas a tu niño de 1 año en un colegio concertado, ya no lo sacas de ahí, a no ser que tengan un problema. Por lo tanto, si se ha dejado las tres cuartas partes de los centros públicos de la ciudad y casi todos los de la provincia sin matricular alumnos en los primeros años, ¿Qué se genera? Que a medio plazo van a desaparecer los de la ciudad y los de los pueblos.

¿Qué nos perdemos si se cierran los colegios públicos?
Llegamos a la ideologización. El sistema público es un reducto de libertad. El centro concertado es una empresa y lo que quiere son beneficios.

¿Quién acude al colegio público?
El que no puede pagar el ‘desgaste de patio’. Llevas a los hijos a un centro concertado y pagas la cuota voluntaria, el uniforme que lo compras en el colegio, los libros o las actividades extraescolares, porque no vas a dejar a tu hijo sin ellas.

Además, a los colegios concertados se les paga un dinero por el aula, personal y algo que le duele especialmente al presidente del CSIF, que un profesor de un centro concertado, “que no tienen la culpa, es el sistema, cobra un 4% menos que uno de un centro público. Pero, lo eligen, no supera una oposición. Por tanto, en Castilla y León tenemos a 9.000 personas pagadas con dinero público y elegidas a dedo, que dan clase a nuestros hijos y se lespaga con dinero público”, puntualiza Martín.

En Castilla y León se está favoreciendo la educación concertada en detrimento de la pública. El procedimiento es que a los centros concertados se les admite que tengan todas las líneas que pueden gestionar y se reduce la matriculación en los públicos.

Federico Martín pone un ejemplo. A día de hoy, si llamas al colegio público Santa Teresa, en plantilla tiene dos líneas de Educación Infantil, si miras la oferta de plazas, solo hay 22, solo es una línea. Lo que de iure son dos líneas, de facto, a través de la matriculación, se la dejan en una. Mientras a los concertados de alrededor siguen manteniendo las dos líneas.

“Resultado: cuando el padre del alumno 23, llega a Santa Teresa le dicen que no puede ir. No le han habilitado esa matricula. Al no ofertar en los públicos, vas cerrando. Conviertes el público en un centro donde va solo las personas que no puede pagar el ‘desgaste de patio’. Al final, dejas los públicos para las familias de la zona, para el niño que va con la llave al cuello, porque su padre ha salido a las 8.00 horas y su madre a las 7.30 horas de casa”, matiza.

Se desnaturalizas el barrio. ¿Qué se hace con esto?
Lo más importante para mí es que se segrega. Los que tiene posibles eligen, los que no los tienen, no. A las personas que no los tienes, las privas para mal del contacto con toda la sociedad. Una de las riquezas de la educación es tomar contacto con todos los conciudadanos, sean del extracto social que sean. A los pobres los privas para mal y a los ricos se lo facilitas para bien.

El presidente del CSIF admite que la libre elección de los padres, lo de la zona única, “nos hizo muchísimo daño. Tienes en Pizarrales, el Miguel Hernández, donde ya solo van los cuatro del barrio, la mitad de minoría étnica. En San José, sucede lo mismo. Los que pueden escapan”.

El reparto de alumnado con dificultades está en estos momentos en un 80% en los públicos y un 20% en los concertados. “Estamos adoctrinando y modelando al alumnado y lo hacemos a escondidas, no de frente. La educación se está sesgando hacia si puedes vas al concertado y si no es así, vas al público, y te conviertes en marginal”, denuncia Martín.

La ESO y Bachillerato

Cuando nació la ESO, a los centros públicos no se les dejó que empezaran en la etapa de Infantil y terminar en Bachillerato. Pero sí a los concertados. “Si tienes el niño en un concertado, el niño al concluir 6º pasa a 1º de la ESO en el mismo colegio, donde lo conocen y los conoce. A los padres no les da miedo que pase al instituto, porque sigue en el mismo centro. Este fue otro de los grandes golpes a la pública en beneficio de la concertada”, matiza el presidente del CSIF en Salamanca.

Este es el motivo que ve Federico Martín para que los concertados no tengan problemas en llenar las aulas. Sin embargo, los públicos sí.

¿Qué ocurre en Bachillerato cuando hay que pagar el curso?
Por ejemplo. Al Fray Luis lo has dejado en cuatro líneas en la ESO, porque la mayoría se han ido al concertado, como llegan los dos años de Bachillerato y hay que pagar los 300 o 400€, de repente al Fray Luis, que tenía cuatro líneas, le dices ahora que habrá cinco, seis o siete. No tiene esa dimensión, la Consejería no ha pensado en eso. Viene el problema. Me quiero salir del concertado, pero me quiero quedar en el instituto X, que está de moda. Ese Instituto tiene las líneas completas, por lo que no encuentran plaza en el instituto que quieren.

El Instituto se ha reducido a la mínima expresión y ahora los padres, que se han estado aprovechando del sistema, llevando a sus hijos a un centro privado encubierto, de repente quieren que la Educación Pública le resuelva el problema, dándole el codazo a los alumnos que llevan toda la vida en ese instituto.

Otro de los condicionantes que pueden tener los padres a la hora de elegir un instituto público es que tienen mejor nota en la EBAU los alumnos de lo público, como este año con la alumna de La Vaguada.  O los resultados que han obtenido alumnos del Lucia de Medrano.

«Al alumnado de lo público se le exige y curra, a la de los concertados se les cuida. Le han ido pasando con unos niveles por debajo de lo que sus notas reflejan. Les han puesto el 8, para que el padre lo siga teniendo allí, pero en realidad el niño es de 6”, explica Federico Martín.

Llega el momento Bachillerato o EBAU y hay que apretar mucho. Aquí es cuando se quedan atrás. El alumno que se ha pasado de un concertado al público en Bachillerato tiene más dificultades. No tienen el nivel que le decían que tenía. “Resultado: El que es bueno es en uno y en otro. El porcentaje de buenos estudiantes es mayor en lo público que en lo concertado. Compran la Educación. Si los concertados fueran tan exigentes como los públicos, se les marcharían alumnos”, concluye Federico Martín, presidente de CSIF.