Don Ángel Mateos Bernal, un hombre hecho a si mismo que aprendió a crear desde las entrañas profundas de su pueblo Villavieja de Yeltes. Mucho debemos a los canteros de este pueblo y mucho debemos a este gran artista que no admitía pactos cuando de creatividad se hablaba.
Iba a Madrid para competir por los premios, su forma de ganarse la vida, pero no vivió allí como otros muchos viven al amparo de la Villa, Corte y los cortesanos que compran obras de arte por esnobismo.
Y triunfó ampliamente y así sus obras se pueden ver por la autopista del Mediterráneo pero también en su propio pueblo aunque a quienes tocó la lotería fue a los de Doñinos de Salamanca, un pueblo terrero que goza de un museo único en España, el propio museo que hizo el señor Mateos con sus manos y con sus dineros, ya dijimos antes, no se vendía ni se dejaba doblegar ni manipular por el poder.
Dijo de él Martín Bernal que era negado para el pacto y las medias tintas, eterno saboteador en los dominios de la conformidad, indoblegable.
Gracias Sr. Mateos y gracias familia Mateos por dejarnos tanta herencia para uso, disfrute y fuente de inspiración en esta tierra tan dejada de la mano de los dioses y la mayoría de los hombres.
Por. José Luis Salamanca.
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