El ex director de la Filmoteca de Castilla y León comentó que el problema que ve ahora es la de archivar y conservar todos y cada uno de los miles de archivos digitales que se están produciendo en la actualidad
Todo un lujo fue el café tertulia organizado por la asociación de Amigos de la Casa Lis en el museo, porque además de contar con la increíble memoria de Juan Antonio Pérez Millán, ex director de la Filmoteca de Castilla y León, por la cafetería de la Casa Lis se dejó caer Basilio Martín Patino, uno de los directores que más ha utilizado a Salamanca, su ciudad, como escenario en sus películas. Así ocurrió en ‘Nueve cartas a Berta’ o ‘Octavia’.
Juan Antonio Pérez Millán comentó que Salamanca había sido escenario de 109 en largometrajes, películas de más de 60 minutos de metraje, «aunque en esta selección tengo que incluir a ‘Las Hurdes, tierra sin pan’ de Buñuel, que aunque no llega a la media hora de metraje, es una de las grandes del cine español y, parte de ella, se rodó en La Alberca», explicó el ex director de la Filmoteca de Castilla y León y compartió una curiosidad: La Alberca, junto con Pedraza, en Segovia, son los dos pueblos de Castilla y León que en más ocasiones han servido de plató cinematográfico.
No están todas las películas que son en ese repaso, porque como comentó Pérez Millán seguro que hubo más, pero debido a que se rodaba en película de nitrato de celulosa se han perdido muchas porque es altamente inflamable. No obstante, recordó que la primera película que se rodó teniendo a Salamanca como escenario fue ‘Las lavanderas del Tormes’ de Augusto Márquez de 1897.
También comentó que Salamanca estaba sirviendo ahora para las grandes superproducciones «como un decorado espléndido». Así ocurrió con ‘1492, la conquista del paraíso’, de Ridley Scott.
Tiró de agenda y señaló que además de Martín Patino, Salamanca había dando muy buenos cineastas como: Antonio Hernández, José Luis Sánchez, Rodrigo Cortés, Chema de la Peña o Isabel Ocampo, entre otros.
Y por último, Pérez Millán se planteó una serie de preguntas y dudas que dejó en el aire. «Ahora se están rodando miles y miles de horas y haciéndose millones de fotografías digitales. ¿Cómo se va a conservar esas horas de rodaje?, ¿cuánto va a durar el sistema digital?, ¿cómo se va a migrar?, ¿qué programa de ordenador habrá que instalar?, ¿qué criterio se va a seguir para cribar?».
Expuso la solución que habían dado en la Academia de Cine de Hollywood. Allí, le dijeron a los productores y directores que rodaran en digital, es más barato y cómodo, pero que lo guardara y archivaran una copia en celuloide, porque se sabe cómo conservarlo, «lo llevamos haciendo 120 años».