Los hosteleros del barrio del Oeste han visto como las terrazas se han reducido en número, ya no solo con respecto a las que se concedieron durante la pandemia, sino en comparación con las que ya había anteriormente. Los empresarios lamentan las “absurdeces” de la nueva normativa, denunciando que desde el Ayuntamiento ponen “impedimentos” y favorecen a los negocios del centro.
Con el fin de la pandemia, también se han acabado las conocidas como terrazas Covid, un número más elevado de mesas que podían colocar los diferentes establecimientos, y con una mayor flexibilidad. Sin embargo, hay negocios que han visto reducidas sus mesas a niveles anteriores a la pandemia, como es el bar Kahvalti, en el barrio del Oeste, junto a la plaza de Carmelitas.
Desde este establecimiento explican que siempre han tenido cinco mesas de terraza en la plaza de Carmelitas, así como tres junto a la fachada del bar. Durante la pandemia, contaron con dos mesas más en la plaza, que ahora se han visto obligados a retirar. No obstante, la nueva normativa de terrazas motivado también la supresión de las tres mesas que había junto a la fachada.
“Me han quitado esas tres mesas por la nueva normativa. Ahora hay que dejar 1,80 metros, y a mí me la han hecho quitar por 10 centímetros”, lamenta la responsable del bar. “Yo tengo una distancia de 1,70 metros, en lugar de 1,80. Por ello, solicité poner mesas altas, que ocupan menos y así cumplía con la medida de 1,80. Vino un arquitecto, me hizo el proyecto y los planos, pero me lo han denegado diciendo que tengo que tener el mismo mobiliario al lado de la fachada que en la plaza, una absurdez”, añade.
En el barrio del Oeste “prácticamente solo hay terrazas en la plaza de Carmelitas y en la plaza del Oeste, pero en los aparcamientos no quedan. Algún bar se ha quejado y ha pedido que le dejaran poner terraza en el aparcamiento, pero les han dicho que nada”.
Además, esta hostelera lamenta que, en esos casos, “hay que pagar un pastizal, creo que por cada plaza de aparcamiento son 5.000€ al año. Es como decirte que no, pero dándote una posibilidad de que sí. Pero lo que pasa es que no quieren”. “Al final no te interesa, porque en ese sitio entran solo dos mesas”, aclara.
Por otro lado, mientras que los hosteleros de Van Dyck han comenzado a recoger firmas para solicitar que les dejen poner terrazas en los aparcamientos, en el caso del barrio del Oeste “es diferente”, y no hay por el momento ningún movimiento entre los profesionales. “Aquí no es como en Van Dyck, que no tienen terrazas. Aquí hay en la plaza de Carmelitas y en la del Oeste, algunos incluso llegarán a las 30 mesas. Entonces, les da igual que les dejen o no”.
En su caso concreto, la responsable del Kahvalti reconoce que “ni me planteo pedir más mesas, si me van a decir que no… Además, te cansas de gastarte todos los años un dinero en el proyecto y el arquitecto para que luego siempre sea una respuesta negativa”.
“La terraza es un plus en verano, pero yo cierro en agosto y tengo una clientela fija todo el año, por lo que a mí no es algo que me suponga tanto, como puede ser el caso de otros bares como los de Van Dyck”, argumenta, señalando que “entiende” que “ellos quieran que les dejen poner terraza”.
Finalmente, también denuncia la “diferencia de criterio entre los hosteleros del centro y los demás”. “Hay casos en los que no se respeta la distancia de 1,80 metros entre la terraza y la fachada, se ponen las mesas pegadas a la fachada, se cortan calles… Entonces, sí, hay diferencias entre unos y otros, y yo no lo entiendo. Porque al final todos somos iguales, somos autónomos, pagamos todo lo que tenemos que pagar…”.
“Aquí en vez de ayudar y fomentar el trabajo y el turismo, lo que hacen es no dejarte trabajar y ponerte zancadillas e impedimentos todo el rato para que, si puede irte un poquito peor, te vaya peor”, concluye con resignación.
3 comentarios en «Los hosteleros también piden más terrazas en el Oeste y Carmelitas»
Casualmente a Las Tapas de Gonzalo, Casa Paca y otros negocios donde puede verse alternando frecuentemente a ciertos políticos y cargos locales, les hacen sus calles peatonales y les aumentan un 300% su número de mesas en terraza. Pero como el señor alcalde no toma cañas en Carmelitas, Garrido, u otras zonas, ahí son restrictivos e inmisericordes con las normativas. Es vergonzoso y esta ciudad vive de la hostelería. Cada vez peor, por capricho de estos meapilas políticos que viven en su burbuja alejados de la realidad del ciudadano medio.
Completamente de acuerdo. Lo de Gonzalito es de Juzgado de guardia.
Estoy hasta los c… de los hosteleros y como yo una mayoría de salmantinos ,de sus llantos,lamentaciones y quejas.Tienen unas tarifas bestiales,les dejan hacer lo que quieren y los demás tenemos que pagar nuestro impuesto de circulación sí o sí. Impiden el paso a los peatones,a personas con discapacidad y paseantes en general.Cuando peatonalizan una calle a los tres días aparecen 40 mesas de bar. Si un negocio va mal,ciérralo y a otra cosa,como hemos hecho los demás.Pero aquí mandan ellos,eso los sabe toda Salamanca y a no tardar nos pondrán un impuesto para darle a los bares un sueldo mensual y una paga en Navidad.Y un 90 por ciento de esto la tienen los medios de comunicación que los apoyan a muerte.Mucho reportero de terraza y bar. Qué vergúenza !